Con largas colas y retraso en la apertura de puertas, el estadio Vicente Calderón ha recibido a los miles de fans que esperaban para entrar en el esperadísimo concierto de One Direction, el primero de los dos que ofrecerá en Madrid el grupo de pop adolescente que causa sensación en medio mundo.

El primero de los teloneros, Abraham Mateo, ha salido puntual al escenario pese a que el estadio registraba en ese momento en torno a un tercio de entrada por las colas en los accesos y la lentitud inicial, un problema ya solucionado que permite que los asistentes estén entrando ahora con fluidez.

Tras Mateo llegará el turno de los australianos 5 Seconds of Summer, a la espera de que salga el quinteto británico.

Las horas previas al concierto han estado marcadas por los nervios y la espera de las fans de One Direction, algunas de las cuales han estado semanas acampadas para conseguir la mejor posición para ver a sus ídolos.

Posters, caras pintadas, camisetas, pancartas, carpetas... Todo vale, siempre personalizado, para que las "directioners" declaren su amor por la "boy-band" del momento.

"Me gustan porque son originales, son muy divertidos", dice Erika, de doce años, que estaba haciendo cola desde las tres de la tarde. Junto a ella, su madre Conchi, confiesa que ha acabado por gustarle el grupo porque son "unos chicos con un sonido muy fresco".

El público que llenará el estadio esta noche no es sólo de Madrid. Fans de Canarias, Alicante, País Vasco o Valladolid, entre otros muchos lugares, tampoco se han querido perder este concierto.

Desde Melilla ha venido Elsa, de quince años, junto a un grupo de amigas. Afirma que One Direction gustan porque son unos "chicos muy normales, siempre de bromas", y cuenta además que no es la primera vez que los ve, ya que también asistió el año pasado a su concierto en el Palacio de Vistalegre.

El fuerte calor que se ha registrado hoy en Madrid no ha sido un impedimento para las fans. Sombrillas, paraguas, abanicos y los eventuales y agradecidos chorros de agua de los bomberos han aliviado la espera de unas seguidoras que ya sólo tienen en su pensamiento ver a One Direction.

La organización ha asegurado que aún quedaban unas pocas entradas sueltas, aunque también se ha constatado que había reventa en los alrededores del estadio.