A pesar de que se hizo archiconocida por su papel de Clara en Cuéntame, Silvia Espigado lleva muchos años moviéndose con soltura y éxito por las tablas de los teatros españoles. Este fin de semana, Espigado trae a Zaragoza junto a sus compañeros Josu Ormaetxe y la actriz portuguesa Sofía Alves la comedia Freno de mano. La obra podrá verse en el Teatro de las Esquinas el viernes y el sábado a las 20.30 y el domingo a las 19.00 horas, en lo que será el inicio de la séptima temporada de este teatro zaragozano.

-¿Qué les espera a los espectadores que vayan verles este fin de semana?

SEnDFreno de mano es una comedia con tintes muy trágicos y dramáticos, lo que pasa es que nosotros lo estamos llevando con mucho humor, y un humor muy negro. Esta obra cuenta la historia de un día más en la vida de un matrimonio que lleva 20 años casado y que está pasando por una situación desesperada. Todo, además, transcurre en la habitación de un hospital en un momento muy complicado para Matilde, el personaje que yo interpreto, mientras que su marido vive en un sueño que nada tiene que ver con la situación real que tienen.

-¿Seguro que se trata de una comedia?

-Es una tragicomedia, sí. Tocamos aspectos que hoy en día sufren muchas familias en España muy crudos y muy amargos, pero nosotros tratamos hacerlo en clave de comedia, aunque perfectamente podría ser un drama.

-Ahí reside precisamente la utilidad del humor, ¿no?

-Claro. Los propios protagonistas se ríen de sí mismos y son personajes muy entrañables con los que el público va a empatizar.

-Es una obra, por tanto, muy realista y verosímil.

-Por supuesto. Son un matrimonio muy normal, podrían ser tus vecinos, tus primos o tu hermano. Sufren cosas, como la enfermedad, que todos podríamos sufrir. Lo que no resulta tan normal, aun sin ser raro, es la manera en la que abordan esta situación complicada. Sus soluciones pueden parecer ridículas, pero luego cuando enciendes el televisor te das cuenta de que lo que contamos en la obra está pasando de verdad.

-El humor de lo cotidiano.

-La comedia es muy difícil de hacer. En esta obra el ritmo es trepidante y además trata temas muy complicados. Hay diálogos muy duros que rozan la crueldad, pero tratamos de aligerar todo este drama. Toda buena comedia ha de sustentarse en grandes conflictos. En Freno de mano, hay momentos en los que la risa se convierte en mueca.

-¿La gente va más al teatro cuando conoce a los actores por su trabajo en televisión?

-Si es así, bienvenido sea. Eso sí, cuando vayan al teatro ellos no van a ver a Clara de Cuéntame, van a ver a Matilde en Freno de mano.

-¿Usted donde se siente más cómoda?

-A mí me gusta todo. La televisión me gusta mucho porque mi personaje en Cuéntame, que lleva tantos en antena, ha evolucionado mucho y eso me gusta. Cada temporada es algo nuevo. Por otra parte, el teatro es el directo, el escenario, la comunión con el público al que oyes hasta respirar, reír…

-¿Cómo hubiera sido su carrera profesional si no hubiera sido Clara en Cuéntame?

-No lo sé (ríe), yo me lo pregunto muchas veces también. Son muchos años ya, supongo que hubiera hecho muchas más cosas, pero estoy muy agradecida al personaje de Clara. Conforme han pasado los años he podido compaginar la serie con otros proyectos. No tanto como me hubiera gustado, puede ser, pero me siento muy afortunada.

-¿En qué está trabajando actualmente, además de en esta obra de teatro?

-Pronto comenzará el rodaje de Cuéntame y en otoño seguramente estrene la película Sin novedad, del director Miguel Berzal de Miguel, en la que he participado.