Una de las piezas más destacas del museo son las laudas funerarias que aparecieron hace un siglo en la localidad oscense de Coscojuela de Fantova. Son de la segunda mitad del siglo IV d. C. y están realizadas a partir de la técnica del mosaico. Las laudas señalan el espacio del pavimento usado para enterrar al fallecido, que se representa en actitud receptiva y con las manos abiertas, y evidencian la extensión del cristianismo en España. Otra pieza ubicada muy cerca de estas y que también es uno de los reclamos del museo es el Tiraz de Colls, un tejido islámico de gran calidad y que es un fragmento de un estandarte del siglo XI. La pieza, muy valorada por lo bien conservada que está, fue hallada en la Ermita de Colls en Puente de Montañana (Huesca).