Los responsables de la gestión del Grupo Lauren, una de las mayores compañías de distribución y exhibición de películas de España, intentarán negociar a partir de la próxima semana una rebaja de la elevada deuda del grupo con sus acreedores, tras haber presentado suspensión de pagos el pasado viernes en los juzgados de Barcelona. La empresa reconoce una deuda de 137 millones de euros, aunque otras fuentes afectadas por el caso elevan esta cifra hasta 170 millones.

La suspensión de pagos es la última oportunidad para evitar la liquidación de la empresa, y permitiría a la compañía continuar con su actividad durante un tiempo sin la presión de los acreedores, mientras los interventores judiciales buscan una salida que permita garantizar el futuro del grupo o de parte de éste.

Lauren se creó en 1980 de la mano de Antoni Llorens, Francisco Giralt, Manuel Muñoz y Antoni Badimón y destacó en su actividad de distribución de películas, tanto para cines como para cadenas de televisión, con un catálogo con más de 400 títulos. Las buenas cifras de este negocio animaron a sus promotores a expandir el negocio con la producción de películas y la exhibición, con la construcción de cines por toda España. Actualmente dispone de 24 multicines, con más de 40.000 butacas. En estas salas trabajan 650 personas, a las que deben sumarse 50 más de las distribuidoras.

EN ARAGON

Lauren dispone en Zaragoza de cuatro cines (Mola, Buñuel, Aragón y Goya). Los trabajadores de las salas aseguraron a este diario que "se enteraron de la noticia ayer (por el viernes) pero de refilón". Confirmaron que "las proyecciones seguirán en marcha" y confían en el futuro: "Creemos que está garantizado el funcionamiento de las salas, así como nuestro salario", dijeron.

La sobreinversión en salas de exhibición, unida al recorte de ingresos que produjo para la distribuidora la fusión de las plataformas digitales provocó el desequilibrio en las cuentas del grupo. A la vista del empeoramiento de la situación, a mediados del 2003 los bancos y cajas acreedores renegociaron la deuda y la pasaron de corto a largo plazo, pero exigieron como condición un nuevo equipo gestor. El Instituto Catalán de Finanzas (ICF) prestó entonces 5 millones de euros al grupo, y el noviembre del 2003 otros 10. En total, Lauren debe unos 30 millones al ICF.

Hasta el pasado jueves, los gestores han estado negociando la entrada de un socio industrial que permitiera reflotar todo el grupo. Lograron ofertas interesantes para la actividad de exhibición, de empresas como Planeta o Cinebox, pero a última hora no se cerró el trato a causa de la abultada deuda.

Los gestores insisten en que se trata de una situación coyuntural que impide atender puntualmente las obligaciones de pago, pero que con un menor peso de la deuda el grupo es viable. La semana próxima, los interventores deberán intentar buscar moratorias o otro tipo de acuerdos con los acreedores, o, en caso contrario, declarar la liquidación.