Si hubiera que elegir entre media docena de puertos seguros en este año plagado de incertidumbres, seguro que uno de ellos serían los libros. Pudo comprobarse tras el paréntesis del estado de alarma, las novedades empezaron a asomar la cabeza tímidamente, pero muchos editores reservaron sus fuerzas para la rentrée de toda la vida, la posvacacional. La que tiene que mantener a flote el negocio. Y el resultado es que estas nuevas propuestas con tantos buenos títulos tienen un gancho ineludible para el lector. Esa es la gran certeza que nos puede atar a una butaca en este otoño en el que tanto lo bueno como lo malo puede ser posible. Abrir un libro es hoy por hoy la actividad más segura a la que uno se puede dedicar. La mejor vacuna. Y no, no tiene nada de asocial porque dentro de cada volumen hay una persona. O más.

RECIÉN APARECIDOS / Si en años anteriores las novedades sacaban la cabeza en las librerías bien entrado septiembre, ahora -pandemia, manda- se han adelantado a finales de agosto. De ahí que títulos importantes ya están ahí esperando en las mesas de las librerías. Es el caso de El espejo de nuestras penas (Salamandra) con la que Pierre Lemaitre pone un trepidante punto final a su trilogía situada entre las dos guerras mundiales. O Los chicos de la Nickel (Random House), del afroamericano Colson Whitehead, que ya obtuvo el premio Pulitzer en el 2017 con El ferrocarril subterráneo (atención, porque la próxima primavera se estrenará la serie de televisión) y ha vuelto a ganarlo ahora con este conmovedor y comprometido retrato de un correccional, que existió realmente, y que deja chiquitos los colegios dickensianos. También está ahí La guerra de los pobres (Tusquets), de Éric Vuillard, que en este caso no es una recuperación al hilo del éxito de su novela y premio Goncourt El orden del día, sino una nueva y todavía más breve miniatura histórica sobre la revuelta campesina que en el siglo XVI encabezó el joven teólogo Thomas Müntzer. Cualquier paralelismo con la actualidad no es pura coincidencia.

TRES APUESTAS SEGURAS / La vida mentirosa de los adultos (Lumen) satisfará a aquellos que se quedaron con ganas de más Elena Ferrante tras la ambiciosa tetralogía Dos amigas. Esta es la primera novela tras ese hito y, cómo no, sigue a una adolescente empeñada en conocer la historia de una tía suya, voluntariamente borrada de la memoria de su muy burguesa familia. Todo ocurre en Nápoles, por supuesto. Otra superventas, la británica Hilary Mantel, cerrará su apasionante trilogía dedicada al intrigante Thomas Cromwell, un hombre hecho a sí mismo, en la explosiva (y tajante) corte de Enrique VIII con las casi mil páginas de El trueno en el reino (Destino). Otra cita que puede degustarse ya mismo es Civilizaciones de Laurent Binet (Seix Barral), una ingeniosa distopía en la que Colón muere en la primera expedición sin haber podido percibir ni trasmitir el valor de su descubrimiento, y décadas después Atahualpa llega a la corte de emperador Carlos con todo su séquito.

IMPERDIBLES / Entre los libros internacionales que llegarán próximamente están los Retratos de infancia de J. M. Coetzee (Random House), que une una colección de fotografías que el autor tomó en su adolescencia con textos de sus obras. Atención. Exhalación (Sexto Piso), el proteico conjunto de relatos del norteamericano de origen chino Ted Chiang, que se perfila como una de las revelaciones del año, es más que un libro de ciencia ficción. Suya es la historia en la que se basa la película La llegada, de Denis de Villeneuve. Y habrá que prestar atención también al noruego Per Petterson, que ya nos emocionó con Salir a robar caballos, y a su nueva novela, Hombres en mi situación (Asteroide); así como al francés (y premio Goncourt) Mathias Enard y su El banquete anual de la Cofradía de los Sepultureros ( Random House).

LIBROS PARA EL ‘BREXIT’ / Dicen que El muro de John Lanchester El muro (Anagrama) es una de las grandes novelas que nos dejado el brexit. El británico imagina en otra distopía que apunta hacia el presente que el nacionalismo feroz al que se ha visto abocado su país es la semilla para una ampliación internacional del campo de batalla. También en esa línea, pero con una mirada más realista, está la excelente Otoño de Ali Smith, primera entrega de una tetralogía sobre la actual Gran Bretaña.

EN CASTELLANO / Los más madrugadores en aparecer han sido Ignacio Martínez de Pisón con Fin de temporada (Seix Barral), de nuevo una exploración familiar, y Sara Mesa, que refrenda el éxito lector de Cara de pan con Un amor (Anagrama), otra de sus desasosegantes ficciones. También están recién salidas del horno Viaje al sur (Lumen) -una sentida crónica inédita y ya póstuma de Juan Marsé, escrita en los años 60 y que ofrece insólitas perspectivas sobre las obsesiones del desaparecido autor- y Como polvo en el viento, de Leonardo Padura (Tusquets), en la que el autor cubano se aleja de sus coordenadas policiacas para hablar de la diáspora cubana que huyó de la revolución y sus circunstancias en lo que supone un paso más en su prolífica carrera literaria. Hay muchas ganas por El diario de un viejo cabezota (Acantilado), del muy sólido Pablo Martín Sánchez. la escribió hace dos años en un confinamiento voluntario en una cabaña en Suiza y es una distopía en la que el virus de Marburgo ataca a la humanidad. ¿Les suena? No menos expectación rodea a Simón, la próxima novela de Miqui Otero. A ello hay que añadir Las maravillas (Anagrama), primera incursión en la novela de la habitualmente poeta Elena Medel; la concienciada Tiza roja de Isaac Rosa (Seix Barral), y Las voladoras de Mónica Ojeda (Páginas de Espuma). Un trío de novedades que han levantado gran expectación entre sus lectores.

PLUSMARCAS DE LA VENTA / Ahí está el polémico Arturo Pérez Reverte, que con Línea de fuego (Alfaguara) aborda su primera incursión en la guerra civil española en el terreno de la ficción y con su voluntad de equidistancia a buen seguro le caerán palos por un lado y el otro incluso antes de que se publique la propia obra. Promete ser de lo más vendido junto a Las tinieblas y el alba, de Ken Follett (Plaza & Janés), la más que esperada precuela de Los pilares de la tierra.

NEGRA Y CRIMINAL / Con El bosque de los cuatro vientos (Destino), la gallega de padre cántabro María Oruña se adentra en la vía telúrico-policiaca en una trama que se desarrolla en el siglo XIX en la provincia de Orense. Uno de los títulos más esperados, sin duda, es Rotos de Don Winslow (Harper Collins), una colección de seis novelas cortas con el sello indiscutible del maestro. Junto a ellos, dos títulos de Salamandra: Leones muertos, de Mick Herron, que recupera a los agentes del MI5 apartados del cuerpo con ecos de la guerra fría, y Materia oscura, thriller ambientado en el siglo XVII del llorado Philip Kerr.