La contradictoria relación de Pablo Ruiz Picasso con las mujeres, a veces sádica, cruel en ocasiones y casi siempre destructiva, pero también fuente de inspiración artística, es descrita en un libro que da un nuevo perfil a la faceta humana del artista. Paula Izquierdo relaciona en Picasso y las mujeres a 12 de las mujeres que mantuvieron tormentosas historias de amor y odio con el pintor y que, en su mayoría, fueron abandonadas y despreciadas cuando al genio malagueño se le acabó la pasión.

El libro, editado por Belacqua, es fruto del documental del mismo nombre que realizó Canal + con guión de la misma autora, premiado el año pasado en Nueva York. Izquierdo (Madrid, 1962), doctora en psicología, autora de un par de novelas y de varios libros de relatos, declaró ayer que las fuentes documentales de guión y libro han sido, básicamente, las muchas biografías que existen del pintor, donde, en general, afirma, las mujeres aparecen "como meras comparsas", simples acompañantes de un genio, y no como parte activa de su vida.

Quizá la mejor descripción de la relación que Picasso mantuvo con las mujeres lo ha hecho su nieta Marina, citada por Izquierdo: "Las que cayeron en sus garras fueron sometidas a su sexualidad animal; las domaba, las hechizaba, las aspiraba, las aplastaba en sus lienzos, y cuando ya les había sacado su quintaesencia, las abandonaba exangües". Izquierdo cree que el trato que el pintor dio a las mujeres quedó marcado en su niñez, rodeado por su madre, dos tías solteras y dos hermanas: "Repitió el modelo de su infancia, formó un harén".

La autora narra que el pintor llegó a mantener cuatro relaciones simultáneas conocidas: Olga Koklova, su primera esposa; la menor Marie Thér¨se Walter; Dora Maar fotógrafa surrealista, y Fernande Olivier. El sentido de posesión de Picasso fue más allá de la ruptura con sus amantes, a las que puso todos los inconvenientes imaginables para que rehicieran su vida. De hecho, sólo una de ellas lo consiguió, Fran§oise Gilot, madre de dos de los cuatro hijos del pintor, que, tras la ruptura, se instaló en Nueva York. Gilot, autora de Vida junto a Picasso , libro cuya publicación quiso impedir el artista, es la única de las 12 citadas por Izquierdo que sigue viva.

Picasso y las mujeres nos presenta a un hombre al que complace experimentar con sus amantes, igual que con la pintura, y destruirlo todo para volver a empezar. Cada mujer supuso un cambio total en su vida, de casa, a veces de ciudad, de perro, de amigos y también, en ocasiones, de estilo artístico.