La asociación Omezyma (Organización para el desarrollo del Mezquín, Matarraña y Bajo Aragón), gestora de los programas Leader, presentó ayer en Zaragoza el libro Bajo Aragón. La cultura del aceite de oliva. Visión artística . Se trata de un proyecto editorial plagado de imágenes y de evocaciones que muestran cómo el aceite ha impregnado el carácter y el estilo de vida, el paisaje, la arquitectura, las tradiciones y el arte de la comarca.

Arranca el libro con dos avales egregios: un saludo del Rey Juan Carlos y un grabado enviado desde París por José Manuel Broto. Planteado como una serie de paneles visuales con un mínimo texto de apoyo, el trabajo se divide en tres grandes áreas: El olivo como escultura natural e instrumento sonoro de la Naturaleza en interacción con el viento o la lluvia, en la primera.

El molino como arquitectura tradicional singular en los pueblos bajoaragoneses conforma la segunda de las áreas, que da paso al aceite de oliva como elemento forjador de esa cultura. Se suceden páginas sobre el color y la textura del extra virgen, el que se logra con la sola manipulación mecánica, no química, de la oliva, como un pigmento dorado equiparable a la pintura y a la danza.

Con fotografías de Mariví Mediel y de Antonio Ceruelo, el libro contrastra imágenes contemporáneas con fotografías familiares de vareadores del siglo pasado. Y muestra los olivos en su giro ascendente como esculturas confrontadas con los cascos rurales. La arquitectura y la maquinara de los molinos va acompañada de textos de jotas de oliveras o poemas en el catalán de Calaceite escritos por la ceramista y escritora Teresa Jassa. El aceite desde los cinco sentidos conforma el tercer grupo.

Se completa el manual refuerzos textuales que vinculan a la comarca con la cultura del aceite y del Mediterráneo y con ilustraciones de pinturas realizadas por Angel García Rueda, Africa Prados, José Ignacio Micolau, Balbino Sastre, Gema Noguera y la ceramista Dominique Goffard. Se han editado 1.500 ejemplares.