Tom Holland llega tarde a las entrevistas que tiene pactadas con la prensa en un hotel de Madrid. Es por una buena causa. Está en un hospital infantil charlando con niños enfermos, que flipan viendo a Spider-Man en carne y hueso. El actor británico--hermano mayor de una familia numerosa- ya tiene 21 años. De hecho, acaba de independizarse y vive en su propio apartamento. Es serio y responsable y se transmite enseguida.

-Este Spider-Man es más fiel al cómic. Es un adolescente inocentón y divertido.

-Es importante recalcar que Spider-Man: Homecoming es una película sobre un chaval que tiene superpoderes, pero que es un chaval. Un adolescente que no sabe cómo utilizar la tecnología que tiene a su alcance. Eso le da un toque divertido. Es como si le doy mi iPhone a mi abuela, no se aclararía en absoluto. Hemos visto muchas películas de Spider-Man, pero esta es más fresca. Es única. Nunca antes le habíamos visto como un millennial.

-La película busca al público más joven.

-Claro, los chavales se pueden identificar con mi personaje, que no tiene dinero suficiente para el autobús. Todos hemos ido al instituto y hemos tenido que hacer deberes. Todos hemos tenido que hablar con una chica por primera vez. En la película también hay notas de amor, aunque no es la trama principal. Es algo que le da un toque tierno y dulce al conjunto.

-¿Leyó los cómics antes de enfundarse el traje?

-Sí. Con anterioridad no lo hice, y eso que siempre he sido fan del personaje, sobre todo de las películas. Pero cuando entré en el equipo del filme devoré los cómics y me gustaron tanto que me arrepentí de no haberlo hecho antes.

-A su personaje, bromista y parlanchín, ya le conocimos en Capitan América: Civil War.

-Después de esa película estaba encantado y agradecido. Sabía que con Spiderman: Homecoming era repetir lo que había hecho ahí. Pero en lugar de cinco días serían 90. Tengo muchas ganas de ver cómo responden los fans. Espero que bien.

-Está confirmado que será una trilogía. ¿Qué vamos a ver en las siguientes entregas?

-No tengo ni idea, ojalá lo supiera. Los guionistas están ya trabajando y el año que viene empezamos a rodar. No sé guardar secretos, así que no me avanzan muchas cosas.

-La película está dirigida por Jon Watts, realizador y guionista de producciones como Clown y Coche policial. ¿Cómo ha sido trabajar a sus órdenes?

-Es un tipo estupendo que se ha abierto a nuestras ideas. En una escena del final yo dije cómo pensaba que quedaría mejor y él me hizo caso. Me da mucha alegría trabajar para un jefe que me escucha. Como actor me sentí realizado.

-Spider-Man es un héroe neoyorquino. Y usted es británico. ¿Cómo trabajó ese aspecto?

-Tuve un entrenador que me apoyó con el acento. También me fue muy útil pasar un tiempo en un instituto neoyorquino para ver cómo hablaban y se comportaban los chavales.

-Como parte de su campaña para conseguir ser Peter Parker, usted envió a los estudios Marvel grabaciones de sí mismo realizando movimientos gimnásticos y de parkour. Son habilidades atléticas que adquirió y pulió con el musical Billy Elliot.

-La preparación que recibí en esa obra duró dos años y fue excelente. Me enseñaron todo lo que sé de maniobras gimnásticas ahora mismo.

-Aun así, tuvo que entrenar duro para ser Spider-Man.

-Claro. Es un personaje muy físico y tenía que estar en plena forma. Me acuerdo de un día que rodamos una batalla en una playa. Me salió arena del culo durante semanas. Me encanta hacer escenas de acción. Si no fuera actor, sería doble de acción.

-El musical Billy Elliot fue definitivo en su carrera. También lo fue su debut en cine: Lo imposible.

-Esa película cambió mi vida, me abrió muchísimas puertas. Todo lo que sé del cine lo aprendí de J. A. Bayona y Naomi Watts. Me alegra decir que los dos son muy buenos amigos míos. Tengo muchas ganas de volver a trabajar con ambos.

-De momento, sus planes laborales a largo plazo pasan por Spider-Man.

-Para mí, es emocionante saber que voy a tener trabajo los 10 próximos años. Así no tengo que estar esperando a ver qué sale. Ser Spider-Man me abre muchas puertas y no me cierra ninguna. Lo bueno de las franquicias cinematográficas es que las ruedas en cuatro meses y tienes otros ocho para hacer otras cosas, así que tengo pensado participar en producciones independientes. Me encanta trabajar. Lo que me cansa es no hacer nada.

SEnDWonder woman ha funcionado muy bien en taquilla. ¿Cree que hacen faltan más superheroínas en el cine?

-Sí, por supuesto. Estoy encantado con su éxito. Su protagonista, Gal Gadot, es una gran persona y una enorme profesional. Esta consiguiendo el éxito que se merece. Espero que cosas así ocurran una y otra vez.

-¿Por qué cree que las películas de superhéroes tienen tanta acogida entre el público de todo tipo?

-Son una excelente manera de que la gente desconecte. Pero no creo que funcionen simplemente por ser de superhéroes sino porque están bien escritas, bien realizadas y bien interpretadas.