En un bar de los años 40 de Nueva York, un hombre trajeado escribe en su libreta. Otro se enciende un cigarrillo. El camarero está sirviendo una copa en la barra y una niña sonriente se bebe un batido junto a su padre. La escena se desarrolla con una engañosa tranquilidad, hasta que una bala atraviesa la cabeza del camarero. Así comienza Time to pay off debts, el último corto de Conrad Mess, que aspira a ser el favorito en varios festivales extranjeros. ¿La revelación? Está grabado enteramente con un teléfono móvil, un iPhone 6S+.

Este aragonés arrasa en festivales de cine sin tener formación como cineasta. En 2011 realizó su primer corto con el móvil, The fixer, que se ha convertido en el corto grabado con iphone más premiado del mundo. "La ventaja del móvil es que es más barato", afirma Mess, "todo lo demás son inconvenientes". A pesar de que un móvil no está diseñado para grabar doce horas seguidas, se calienta muy rápido y no permite hacer zoom, la calidad cada vez va siendo mejor: "Nunca va a llegar a la de una cámara pero en mi caso la calidad no estará tan mal cuando la mayoría de mis nominaciones son de festivales compitiendo con cámaras convencionales", dice el director, que ha obtenido casi 40 premios y más de 100 nominaciones en festivales españoles e internacionales, lo que lo ha constituido como el mejor iPhone filmmaker del mundo.

Conrad Mess empezó ejerciendo todas las funciones de una película, lo que convertía sus cortos en una one-man movie, es decir, un filme realizado por una sola persona. Los actores eran amigos y él se encargaba del resto. Conforme ha ido mejorando, ha delegado las funciones de edición en personas especializadas, como Virtual Art, un estudio de Valencia que realizó los efectos especiales de sus últimos dos cortos. Aun así, el equipo que trabaja en los cortos no es muy grande. En su última película, seis personas.

TARANTINO O SCORSESE

Sus cortos están influenciados por directores como Tarantino, Robert Rodriguez o Scorsese, y suelen tener dos elementos comunes: un giro inesperado de la trama y varios asesinatos. El director comenta entre risas que es una persona muy tranquila: "No soy nada violento, pero sí que suelo matar a todo el mundo en mis cortos". Dice ser amante de la ciencia ficción y del terror porque le gusta el cine que enseña lo que no puedes ver en la realidad y eso es lo que trata de plasmar en su trabajo. "Lo que intento es entretener a la gente, no cambiar sus vidas", asegura. Y la clave para crear una historia que sea original en menos de diez minutos es, según el director, pensar el final: "Tendré que dejar de dar giros porque sino al final la gente va a saber que hay uno, pero si consigues un buen final, uno que te deja pensando y te sorprende, ya tienes el 30% o 40% hecho".

En nuestro país, la grabación de cortos con el móvil no es una práctica habitual. "Soy más reconocido en cualquier parte del mundo que aquí en España", afirma el director, que estuvo trabajando un año en Los Ángeles antes de recibir su primer premio español.

El estreno oficial de Time to pay off debts, de casi once minutos de duración y rodado enteramente en blanco y negro, tuvo lugar en el Producers Club de New York, tras su preestreno en el Mojocon de Dublín y el San Diego Mobile Film Festival. Ahora el corto acude al iPhone Film Festival de Los Angeles, donde el director ha sido premiado ya en cuatro ocasiones.