Nunca una batalla personal entre dos bandos ha dejado tantos afectados. El choque entre Tauroejea/Circuitos Taurinos y el bloque Zorita/Polo está poniendo contra las tablas a una institución, a los aficionados a los toros, a los clientes ocasionales y a toda una ciudad en fiestas con todo lo que de ahí le cuelga. Pasado el ratito de la risa fácil y el chascarrillo llega el momento de hacernos mayores y asumir que, si como dicen los propios taurinos, Zaragoza es una máquina de perder dinero, ¿a qué tantas urgencias por buscarse la ruina? Y de paso al toreo.