El confinamiento del pasado marzo dio para mucho y sin lugar a dudas la cultura fue para muchos una forma de escapismo y de refugio. Lorenzo Caudevilla (Huesca, 1980) lo sabe bien. Dedicado al diseño gráfico y al desarrollo de videojuegos en 1UP Games Studio, fue realizando un cómic sobre la peculiar forma de vida en los primeros meses de pandemia. Con una buena acogida en redes sociales, donde diariamente subía cada viñeta, se aventuró a publicarla en papel. La vida interior. El enésimo cómic sobre el confinamiento, es su primer paso en el mundo del tebeo.

Caudevilla estuvo compaginando su trabajo con la creación de La vida interior: «Fue en Semana Santa cuando me puse a dibujar. Iba publicando una página diaria y eso ocurrió durante 25 días o así. En Semana Santa dibujé un montón de páginas y las dejé sin colorear. Lo que iba haciendo era colorear la del día siguiente», explica el autor. Lo que comenzó como un diario personal ilustrado se trasformó en un testimonio colectivo con el que conectó con sus seguidores. La aventura en la que podía convertirse sacar la basura, salir a aplaudir a los sanitarios a las ocho de la tarde, las reflexiones en el balcón y citas literarias que encajaban perfectamente con la realidad diaria: «A lo que la gente le toca la patata es ver que todos hemos pasado por lo mismo, iba colgando las imágenes y la gente me decía ‘eso me ha pasado a mi’, se sentían identificados», añade Caudevilla.

Confiesa que el subtítulo El enésimo cómic sobre el confinamiento no es tan irónico como sugiere: «Supuse que toda la gente que tuviera una inquietud similar iba hacer cosas así. Pero tampoco había visto nada aún, porque lo curioso de mi cómic es que iba sobre la marcha, en directo. En realidad todo lo de sacar la basura, hacer una receta, etc, luego se han considerado topicazos. En ese momento lo eran, pero yo aún no lo sabía».

Hablar de la pandemia del covid-19 a modo de entretenimiento pero sin banalizar la situación fue uno de los retos que se marcó este ilustrador oscense: «Lo que yo no quería que pasase era que fuera un chascarrillo, porque no lo era, ni que fuese demasiado intenso. A mi me servía para desahogarme y había quien esperaba hasta la tarde a que publicase. A esa gente yo no le iba a poner más losa de la que llevaban, les ponía algo más ligero, otros días más dramático, con un poema… bastante teníamos encima».

Con la buena acogida que tuvo en redes el cómic, Caudevilla optó por trasladar su historia al papel, donde ha ido añadiendo contenido adicional. «Paré de publicar el día que nos abrieron el confinamiento duro, cuando se podía salir a pasear, pero no de dibujar. Además la gente no iba a estar con el ordenador, mi personaje tampoco». Entre este nuevo contenido se encuentran páginas complementarias al material ya publicado en la versión digital del cómic, un making off de cómo se fue fraguando el proyecto, así como la explicación de las referencias que se encuentran plagadas a lo largo de todo el cómic y una lista de música en Spotify con las canciones que sonaron mientras Lorenzo Caudevilla trabajaba en La vida interior.

«Ha sido algo nuevo para mi, que he ido haciendo sobre la marcha. He ido hablando con editoriales, las condiciones que me daban, los que se interesaban, no me gustaron, decidí hacerlo yo mismo», explica el ilustrador sobre la autoedición del libro. «Conforme voy sacando las tiradas se van agotando. En Huesca debe de quedar muy poco. Tengo que hacer más. En Zaragoza llegó hace poco. Ya habremos vendido más de 400 ejemplares». Por el momento, La vida interior puede encontrase en establecimientos aragoneses: en Huesca en Santos Ochoa, Librería Anónima y en Más de libros, en Zaragoza en Excelsior! Comics, Taj Mahal, El armadillo ilustrado y Mil Comics, y en Jaca en la Librería General.

El cómic se presentó en la pasada edición de Huescómic, con una charla y una exposición con los bocetos y dibujos originales. Caudevilla también se encargó del cartel del evento.

Tras la respuesta del público ante su primer cómic, tanto en la red como en las librerías, «hay mucha gente que me ha llamado o escrito, desconocidos, que me han contado que en algunas páginas les he hecho llorar, cosas que no me esperaba», Caudevilla ya mira hacia su próximo proyecto ilustrado, otro cómic . «Estoy escribiendo guiones, haciendo bocetos, creo que tengo una idea que ya es la definitiva. Tengo ganas de hacer otro cómic largo, que ya no tenga que ver con el confinamiento», concluye.