El Día del Emprendedor fue el elegido para la inauguración oficial de los ocho proyectos empresariales que se han instalado en la calle Las Armas. Ocho emprendedores que poco a poco --algunos ya han empezado, otros lo harán hoy, otros el lunes y algunos no lo harán hasta diciembre, porque "ahora están trayendo todo el material"-- irán poniendo en marcha sus negocios en los locales subvencionados por el Ayuntamiento de Zaragoza, elegidos de entre 57 iniciativas.

Una performance con el grupo de acción Comando fue llevando a los vecinos del barrio con sus megáfonos hasta la calle Las Armas. Ahí los visitantes pudieron conocer las propuestas. Steve Gibson tiene un proyecto "artístico, que no empresarial" para 10 años. Cuando encuentre un timbre --"solo hay interruptores", dice--, todo aquel que llame a su local será retratado. Cada imagen pasará a un ordenador y "cada mes seleccionaré tres" que dibujaré a tamaño natural. Serán 30 cada año, o sea, 300 en 10 años, de ahí que sean Los 300 de las Armas. Gibson, que ayer pintó a Ángel Petisme, quiere que "la gente tenga una excusa para pasear por el barrio". Cerca de él está Carla Nicolás, con El Calotipo-Printing Studio, un taller de estampación de forma tradicional para invitaciones, ediciones, grabados, encuadernaciones", explica. También hará talleres y alquilará la maquinaria, porque es "única" en España. Con esta iniciativa se "recupera un oficio perdido totalmente artesanal y además poder mostrarlo"; por eso se ha embarcado en este nuevo proyecto. Beatriz Barbero y Víctor Romano se encargan de El Armadillo ilustrado, una "librería de arte, editoriales pequeñitas", o sea "textos seleccionados", aseguran estos ilustradores, que también pretenden implicar a la gente del barrio con mercadillos y cuentacuentos porque "hay mucho movimiento".

Andrea Ibarra y Mónica Cristina llevan Mù Restauración, que se dedican a la "restauración de muebles", pero también quieren "dar vida a la calle" con cursos, talleres además de "animarles a reciclar cosas. Alfredo Martínez, junto a Luis e Isabel, proponen una nueva forma de diseño con Undoestudio, donde apuestan por el Slow desingn, con la "concienciación de una cultura visual y responsable" que sirva para "generar experiencias, proyectos y objetos"; sin olvidarse del "intercambio con artistas y artesanos" del barrio.

A54insitu es un estudio de arquitectura, fotografía y pintura que propone "una nueva forma de entender la arquitectura, mucho más pegada a la gente", explica Jordi Ulldemolins. Cristina Miranda y Samuel Esteban forman Lasala, espacio artístico, una "sala de exposiciones, tienda de arte" y también de formación, con talleres para niños y adultos y encuentros con artistas. En un futuro, quieren implicarse en el barrio llevando a cabo una tele, "pero eso lo dirá el futuro". Óscar Pellés y José Miguel Sánchez son Mollins Luthiers, que se encargan de la reparación de instrumentos de viento y cuerda, de los que "solo hay seis en España". También quieren dar cursos y aprovechar el tirón del Centro de Música y de los Estudios de Grabación, que se inaugurarán próximamente. A sus puerta, ayer, hubo música, la de Roïter, Dadá, Positif y Héctor de la Puente.