Dios no está muerto

Michael Mason

Un incendio destruye la iglesia de St. James. La Universidad de Hadleigh pretende servirse de la tragedia para expropiar el solar de la iglesia y reutilizarlo para otros fines. El reverendo Dave pide entonces ayuda a su hermano Pearce, abogado de una gran ciudad y ateo, para luchar por los derechos de la propia Iglesia. La reunión familiar abre viejas heridas y los hermanos lidian con las preguntas que los separaron hace años y que rebrotan con fuerza ante los acontecimientos. Mientras tanto, la estudiante universitaria Keaton comienza una investigación.