Cantantes, recitadores, académicos o cineastas se han acercado al universo poético de Federico García Lorca, una lista a la que ahora se suma un ilustrador, Luis Martínez Comín, quien con sus dibujos ha tratado de interpretar Poeta en Nueva York, una de las obras más crípticas del autor.

La nueva edición de Poeta en Nueva York del sello Prames, que se presentó ayer en el Museo de Zaragoza, incluye una ilustración para cada uno de los poemas de esta obra que refleja la mirada atónita de Lorca ante el vértigo de la gran ciudad, donde estuvo entre 1929 y 1930.

De Poeta de Nueva York se ha dicho que es la obra más críptica, la que mayores problemas presenta en su interpretación. Por eso no es extraño que para Luis Martínez haya supuesto un auténtico reto y hasta un desafío personal ilustrar este poemario surrealista que se publicó en 1940 tras la muerte del poeta granadino.

«No me ha resultado fácil comprender la obra», afirmó en la presentación el autor, que ya ilustró El Quijote de Miguel de Cervantes.

Para hacer sus dibujos ha releído sin descanso cada una de las poesías que conforman este poemario, donde Lorca pasa de ser el poeta folclórico, «alegre» y «cantarín», a un poeta atormentado por la realidad hostil de una «ciudad deshumanizada», comenta.

Lorca se transforma en Nueva York, según indica el editor en la presentación del libro, y acentúa sus rasgos más surrealistas, para ordenar el caos al que se enfrenta, de tal forma que «el verso se alarga y su ritmo se hace más prosaico».

Luis Martínez ha dedicado a este trabajo un año, el mismo tiempo que Lorca estuvo en Nueva York. «He intentado transmitir lo que quería expresar el poeta, la crítica hacia la sociedad que él tuvo que vivir, la deshumanización, la tristeza, desde una posición apartada», precisó.