Los millones de espectadores que entre 1979 y 1985 conocieron a Mel Gibson como Mad Max Rockatansky han rozado el sueño del reencuentro, aunque no podrá ser.

Pero la cuarta entrega de la futurista serie engrosa por ahora la larga lista de daños colaterales de la guerra de Irak. El proyecto para Mad Max: road fury, continuación de Salvajes de autopista, El guerrero de la carretera y Más allá de la cúpula del trueno, se gestó en el 2002.Con un argumento guardado con secretismo y George Miller dispuesto a volver por cuarta vez, se buscaron localizaciones en Namibia --abandonando los escenarios australianos, copados por el rodaje de la tercera parte de la trilogía de La guerra de las galaxias

--. Pero el conflicto, la inestable posguerra y el miedo de que la violencia se extendiera por Africa han hecho que, desde septiembre, el proyecto hiberne. Por lo tanto, queda suspendido el proyecto.