Tom Parker, el empresario de origen neerlandés que fue mánager de Elvis desde 1955 hasta la muerte del ídolo, se hacía llamar «coronel» pese a que nunca ejerció la carrera militar. Casi todos los consultados lo consideran culpable de que Elvis viera frustradas muchas de sus aspiraciones artísticas. Chema Fernández tiene claro que «era de la peor clase de mánager. ¡El muy imbécil quería que cantase villancicos en el Comeback Special!».

A Juanjo Blasco le sale el humor más ácido cuando habla de él. «Parker me produce el mismo efecto que un frasco de litro de Evacuol». Cuti Vericad lamenta que por culpa suya, Elvis no es un artista de discos. Joaquín Carbonell lo considera «todo un sinvergüenza». Joaquín Luque considera que Elvis debió haberle despedido en los sesenta.

Y Patricia Godes lo defiende: «Creo que quiso ayudar realmente a Elvis y que lo quería».