Tranvía Teatro se va de bolos, o lo que es lo mismo, comienza una gira nacional en Cáceres y Valencia, que durante el verano se convertirá en internacional. Y lo hace con dos obras, Milagro y Ser o no ser... un tal Shakespeare.

Esta última es la que la compañía zaragozana (residente del Teatro de la Estación) pondrá en escena hoy mismo en la localidad cacereña de Navalmoral de la Mata, dentro de la iniciativa Teatro de Cerca, con la que se pretende «acercar el teatro a los centros de enseñanza y al público jóven» en una especie de «iniciación», según señaló ayer Cristina Yáñez, directora de Teatro de la Estación y de las dos obras con las que viaja Tranvía Teatro.

La localidad cacereña acogerá la representación de Ser o no ser... un tal Shakespeare, obra creada a partir de textos y personajes de William Shakespeare. En esta ocasión realizarán dos pases de la obra, uno dedicado a los alumnos del instituto local y otro para el público en general.

El segundo destino llevará a la compañía aragonesa a Valencia, donde presentará Milagro, una delicada comedia que habla sobre el amor, la piedad, la identidad y la memoria, que ya se ha visto en Palma de Mallorca, Sevilla, Extremadura y Madrid. Ahora, esta producción con Teatro del Astillero vuelve a tierras valencianas (ya se ha visto) desde el jueves y hasta el domingo.

INTERNACIONALIZACIÓN / Pero estos no son los únicos destinos de Tranvía Teatro, ya que próximamente viajarán a Francia y Portugal (Oporto, Évora, Faro y Coimbra) tanto con Milagro como con Sigue la tormenta. En Portugal participarán en el Festival Internacional para la Infancia y la Juvenud.

En Avignon, Cristina Yáñez impartirá unos cursos para profesionales «y ya nos quedaremos». Eso será al final del verano; y en otoño presentarán Sigue la tormenta. La gira se internacionaliza, pero no se olvidan de destinos nacionales como Zamora o Salamanca.

Esta gira por Francia y Portugal se realiza tras llegar a acuerdos con «teatros que también tienen compañías residentes», por lo que se creó una «red de trabajo» que permite girar «y movilizar funciones». Para que se entienda, lo que se hace es «subtitular los espectáculos», algo habitual en otros países, según Yáñez, que «ya se puede hacer y no es especialmente caro» y «la acogida suele ser buena». Cristina Yáñez explica que lo que quieren es «trabajar» y así salvar la crisis; y esa red hace «que se contacte con la gente, porque hablamos el mismo lenguaje, ya que todos somos gente de teatro». Esa reciprocidad hace que luego vengan compañías también a «la Estación o a otras salas».