Después de 20 años de carrera a veces uno necesita parar y coger aire. Ese ha sido el caso de Malú, que ha estado dos años trabajando en su último álbum, Oxígeno, un disco que le ha devuelto la tranquilidad. Ahora la cantante se encuentra de gira por toda España, un tour que comenzó accidentado por una lesión. Finalmente, y con algo de retraso, Malú estrenó Oxígeno en Málaga el 9 de noviembre y hoy llega al pabellón Príncipe Felipe de Zaragoza en un concierto para el que todavía quedan localidades y que comenzará a las 21.30 horas.

«Me dio mucha rabia tener que posponer una semana el arranque de la gira. Fue frustrante tener que hacerlo porque yo tenía toda mi energía y mis ganas puestas en él. Lo que más me gusta del mundo es estar encima de un escenario, así que bueno, ya está. Ya pasó. Ahora estoy al 100% y puedo estar pegando botes y saltando como sé hacer», explica la cantante, que ayer estuvo cantando en el Palau Sant Jordi de Barcelona. Ella misma asegura que está muy satisfecha con el resultado de su espectáculo, que califica como «dinámico y visualmente muy potente». «Casi no hace falta que aparezca yo», bromea la artista. Musicalmente, Malú está acompañada ahora por más músicos sobre el escenario, lo que le permite recorrer muchos temas de su carrera y presentar los nuevos.

Oxígeno es show completamente diferente a los que Malú había presentado hasta ahora y está pensado para que el público entre dentro de una burbuja de felicidad de la que no salga hasta que acabe. «Quiero que la gente se sienta libre, grite, salte, baile y se olvide de todo lo demás». Respecto a sus propias sensaciones sobre el escenario, la cantante madrileña reconoce que sigue sintiendo «no mariposas, sino aguiluchos en el estómago». «No son nervios, es adrenalina. Sigo viviendo cada show como si fuera el primero y el único».

¿Y qué hay detrás de este cambio? ¿De esta necesidad de autoafirmación? Malú se sincera: «Siempre he tenido esa necesidad de dar un poquito más a cada momento. Eso también forma parte de esa personalidad autoexigente y a veces autodestructiva que tengo. Oxígeno ha sido lo último que salió de este disco. Quizás no me había dado cuenta en todo este tiempo, pero poquito a poquito he ido perdiendo aire y me he dejado llevar por una espiral que te hace perder fuerza sin darte cuenta. Cuando paré, estuve dos años dedicándome al nuevo trabajo, y dejé salir todo lo que llevaba dentro. Me di cuenta de que había recuperado un montón de oxígeno y he vuelto a respirar».

GIRA MUNDIAL

Durante toda la gira, Malú recorrerá numerosos escenarios por toda España, aunque también habrá tiempo para girar por Latinoamérica, donde, «gracias a dios», le tratan «muy bien». Según ella misma admite es una «suerte» poder realizar el tour americano dentro de la gira actual, sin haberlo tenido que dividir. «También saldré a Europa. De repente todo es como súper novedoso y divertido. Está siendo una gira de ensueño», admite la artista.

En cada concierto, un «rugir diferente». En cada ciudad, «una forma de contar las cosas diferente». Y aunque el ánimo no acompañe todos los días, «la energía del escenario» es suficiente como para recargar las pilas y derrochar energía sobre las tablas. Así es Malú, que tras dos décadas de trayectoria sigue aprendiendo «con cada proyecto, con cada día y con cada espectáculo».

«Ahora mismo me siento muy satisfecha con el trabajo que tengo entre mis manos y la gira que tengo por delante -dice Malú-. Igual el año que viene hablamos y te puedo hablar de espinas clavadas» Hoy de nuevo Malú se encontrará con sus fieles en el escenario.