La Fundación Ibercaja en colaboración Real Sociedad Económica Aragonesa de Amigos del País organizó este martes la videoconferencia Goya: en qué reside el genio, dentro del ciclo Goya, un pintor genial , con Manuela Mena, especialista y una referencia mundial a la hora de entender la profundidad del pintor de Fuendetodos, a través de su canal de You Tube.

Manuela Mena es doctora en Historia del Arte por la Universidad Complutense, en 1980 obtiene su plaza en el Museo del Prado como conservadora de Dibujos y Estampas, desempeñando posteriormente los puestos de subdirectora, jefe de departamento, jefe de conservación y jefe del Área de Pintura delsiglo XVIII y Goya. La doctora comenzó su intervención aludiendo a la complejidad de la pregunta planteada. Por ello, quiso hacer un breve repaso, alejado de «las cuestiones filosóficas y psicológicas del concepto genio», de artistas y figuras coetáneas de Goya a quienes se les pudiera calificar del mismo modo. Una lista personal donde nombró a Mary Shelley, autora de Frankenstein o el moderno Prometeo, de quien Mena resaltó los problemas éticos que presentó la escritora, William Blake e incluso Napoleón Bonaparte o Beethoven, al que relacionaba con la obra de Goya y que «no ha necesitado nunca ser rescatado de la oscuridad», señaló la doctora.

Más allá de listas de genios o de autores influenciados, Manuela Mena resaltó varios puntos por los cuales, tanto Goya como otros, podían llamarse genio. La inteligencia, la creatividad, la universalidad de los temas que trató partiendo de su tiempo pero sin anclarse a él y la originalidad con la que estuvo marcada su obra.

Para entrar en detalle, Mena puso de ejemplo el lado retratista de Goya, y las pinturas de la monarquía: «Crea una iconografía de los Reyes absolutamente fantástica. Cuando comparamos sus retratos con los de otros artistas nos damos cuenta de la enorme diferencia que hay entre un genio de la pintura que es capaz de mejorar la fealdad y de ponerlas como personas de cierta nobleza». El retrato de Manuel Godoy o el de la Familia de Carlos IV, fueron otros de los cuadros desarrollados por Mena.

Los cuadros propios, los que surgieron de la necesidad de Goya de expresarse como pintor fueron otro de los pilares de la intervención de Manuela Mena, donde a través de los grabados, el pintor fue retratando los sinsentidos de su época, poniendo en duda, entre otros aspectos, la pena de muerte. En El agarrotado, «la luz de la vela le da una figura enormemente blanca, dando una idea casi de inocencia», o en el Castigo francés, donde Mena apuntó que podía tratarse de una crítica a Francia, un país que en el momento se intuía más avanzado que el resto.

No faltaron las referencias al 3 de mayo en Madrid, donde «revela la inocencia de los fusilados», comentó Mena. Como curiosidad, contó la doctora, Goya utilizó el Torso del Belvedere, escultura de Apolonio de Atenas, una obra mucho anterior al pintor para resignificarla en algunas de sus piezas más conocidas, como en El coloso. «Le da la vuelta y lo convierte en un figura distinta», señaló Manuela Mena. «Lo hizo incluso en Saturno devorando a uno de sus hijos. Goya es capaz de mover el mundo pasado, el contemporáneo y el futuro al mismo tiempo».

La observación de la figura femenina en su trabajo («fue el primero que las estudia de esa manera»), y el uso de la figura de las brujas como metáfora de la maldad humana fueron otros de los temas tratados durante la conferencia impartida por Manuela Mena, que finalizó con las preguntas de los asistentes.