Revolución y sadismo se dan cita en el Teatro Principal de manos de la ya legendaria compañía teatral Atalaya, que tras un periodo de más de 20 años sin pasar por Zaragoza ha vuelto por todo lo alto con un espectáculo que no deja indiferente a nadie: Marat/Sade del autor alemán Peter Weiss. La obra, cuyo nombre es una abreviación de Persecución y asesinato de Jean Paul Marat, representado por el grupo de actores del Hospicio de Charenton bajo la dirección del Señor de Sade narra la historia verídica de cómo el Marqués de Sade, años después de la Revolución francesa, y ya encerrado en el Hospicio (en el que permaneció hasta su muerte) acusado de haber escrito su «infame» novela Justine, organizaba con los pacientes de la institución obras de teatro a las cuales los aristócratas gustaban de acudir a contemplar; si bien es verdad que no se sabe con certeza que el Marques llegase a realizar una obra sobre el asesinato de Marat.

«El enfrentamiento entre la ideología colectivista de Marat, redactor inicial de la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano, y el profundo individualismo de Sade produce un choque de trenes que está enraizado en la misma Revolución francesa y que es la principal proclama de esta obra» comentó ayer Ricardo Iniesta, director de la obra. «Libertad, Igualdad y Fraternidad, podríamos decir que la historia reciente ha supuesto el enfrentamiento directo entre las dos primera ideas, pero siempre se olvidan de la tercera, de la fraternidad como única manera de sacar un estado adelante, y esto es algo que Marat ya apuntó en el año 1792» comentó el director, que asimismo lamentó que los textos de Peter Weiss no tuviesen en España el reconocimiento que se merecen.

Este tipo de ideas son las que, según Iniesta, hacen de la obra un texto de «tremenda actualidad», al poder «denunciar problemas que lejos de haberse superado en el pasado se han reproducido hasta nuestros días». Una labor de denuncia en la que el coro de locos del hospicio tiene especial protagonismo, al realizar durante la obra numerosos cánticos en protesta de los «corruptos, ladrones y oligarcas». «Cada personaje de la obra podría tener una réplica en la actualidad, tendríamos a un Puidgemont o un Rajoy, estoy convencido» aseveró Iniesta. Asimismo, el director comentó el «grotesco ambiente circense» que se respira en la obra, un aire de «barraca de feria» en el cual el texto de Weiss hace especial hincapié. «Se tiene esa especie de concepción de estar visitando a través de los barrotes a las bestias, a todos esos locos del Charenton y los asesinos de Marat, todo ello en una propuesta de teatro dentro del teatro» comentó.

ADAPTACIÓN ÚNICA

Y todo ello acompañado del hilo musical inherente a la obra, un despliegue de hasta 20 temas cantados por el coro de locos del hospicio, y que supone la primera presentación integra del conjunto musical de la obra en España desde su primera representación en el año 1968. Se trata además de una adaptación dramatúrgica realizada por el propio Iniesta, que en un intento de «descargar de contenido los grandes discursos políticos y filosóficos» recortó las iniciales 20.000 palabras del texto de Weiss en apenas 12.000, añadiendo asimismo algunos elementos característicos de las producciones de Atalaya, como cambiar el significado semiótico de determinados objetos de atrezzo. En el caso de Marat/Sade, esta práctica se puede apreciar en las sábanas del escenario, que a menudo se convierten en guillotinas y otros objetos relacionados con la revolución.

La compañía, que estrenó la obra ayer, realiza hoy una segunda actuación a las 20.30 horas, en la que promete ser su última actuación en Zaragoza hasta dentro de un tiempo previsiblemente prolongado.