ARTISTA Sharif presentando su último trabajo Sobre los márgenes

LUGAR Sala Oasis

FECHA Viernes, 14 de marzo

No es Sharif un rapero de los de siempre como él mismo se encarga de recordar a menudo, ni de los que busca el aplauso fácil por el camino más sencillo en esto de la música. Quizá ahí radique la esencia de su último trabajo, Sobre los márgenes, que el viernes desplegó en la sala Oasis zaragozana ante un público entregado, que cada vez en más número acude a las llamadas de Sharif. Y es más que probable que también ahí, en la inconformidad con la comodidad, donde esté la clave del gran concierto que se marcó en su propia casa, tal y como él se encargó de recordar en muchos momentos de la noche.

Tras un comienzo de nervios, según él mismo confesó tras los primeros temas, el MC fue cogiendo vuelo al ritmo que le marcó su inseparable Lex Luthorz (productor y disc jockey del artista) y encendiendo al público que si bien podía esperar sorpresas, ni de lejos podía imaginarse la pléyade de raperos que iban a ir pasando por el escenario. Así, Sharif no quiso olvidarse de la prolífica escena zaragozana e invitó a rapear no solo a sus viejos compañeros de grupo Pablo (Grand Groove) o Rapsusklei sino que también quiso rodearse de Rafael Lechowski y Sho-Hai, de Violadores del verso, además de interpretar varios temas con Alba, voz que le acompaña a lo largo de todos sus conciertos y que tiene un protagonismo importante en el disco. No fueron los únicos raperos en la sala ya que la mayor parte de la escena zaragozana se dio cita. Así, entre el público, además de los citados, se pudo ver también a Gordo del funk, Momo, Pseudónimo, Doctor Loncho, y Original Juan, entre otros muchos.

Casi entre amigos, Sharif fue desgranando un repertorio extenso (estuvo cerca de dos horas sobre el escenario) que incluyó temas del citado Sobre los márgenes, pero tampoco dejó de lado A ras de sueño o incluso rescató creaciones de Tr3s monos junto a, cómo no, Rapsusklei y Pablo. Y quizá lo importante de este concierto no fue tanto que el público entrara de lleno en ambiente (a veces no es sinónimo de nada) sino que el MC zaragozano manejara con solvencia y muchas tablas los tiempos de una actuación que, hay que reconocer, estuvo a punto de caer en picado con un par de temas quizá demasiado tranquilos tras la euforia del hardcore de Sho-Hai, pero que Sharif reactivó rápidamente entrando en la recta final con energía.

Y lo cierto es que lo del viernes fue un concierto casi de reivindicación, de la demostración de que Sharif ya no camina sino vuela sobre los márgenes buscando siempre ese ritmo poético que le acerque cada vez a más a su público. Hace tres años, empezaba a despuntar, hace uno prometía llegar lejos con su nuevo trabajo. Ahora, está llenando salas. Quién sabe dónde colocará el próximo límite de sus márgenes.