El escritor Ray Loriga estuvo ayer en la librería Antígona de Zaragoza para presentar su última novela, El hombre que inventó Manhattan , editada por El Aleph. El autor apeló a la gran "herencia literaria" de Nueva York para explicar el origen del libro, escrito durante la estancia de Loriga en esta ciudad. "Más que un escritor urbano, me gusta decir que soy un escritor de ciudades", explicó el autor, que recordó también que ha escrito "sobre Berlín o Tokio, pero también sobre la habitación de mi casa". El novelista señaló que escribe incorporando a sus narraciones hechos cotidianos, noticias e historias que conoce por la calle. "Luego todo se pasa a la ficción, pero siempre tengo un pie en la realidad".

Loriga comentó: "Trato que cada novela que escribo sea diferente, porque cada una está motivada en un momento distinto". Igualmente, añadió que "intento que cada libro se adapte al tema que trata, y esto se traduce en distintos modos de escribir". En el caso de El hombre que inventó Manhattan , el novelista confesó haberse apoyado sobre todo en otros escritores. "Nueva York cuenta con nombres ineludibles, como John Cheever, J. D. Salinger, Silvia Plath o la generación beat", recordó. "Yo creo que la literatura nace de la propia literatura, que es un encuentro, una suma de caminos". Sin embargo, y tal y como precisó el autor, esto no significa que baste "con leer lo que otros han escrito para hacer otro libro". Loriga ironizó sobre este hecho: "Es fácil intentar escribir de este modo, pero pronto te das cuenta de que así las novelas no te salen". Para Loriga, "es importante tener en cuenta una tradición, pero poco a poco se forma una voz propia".

El autor señaló entre sus próximos proyectos el estreno de la última película de Carlos Saura, El séptimo día , película basada en los hechos de Puerto Hurraco de la que ha sido autor del guión, y otra película sobre un guión original propio, en la que también asumirá las labores de director.