"Cómo va a sobrevivir la ignorancia si está rodeada de libros". La ecuación es sencilla: si se suman libros y se resta ignorancia, la solución es más libertad. Este es el lema que encabeza el Día de las Librerías, que celebró ayer, como cada último viernes de noviembre de los últimos tres años, una jornada que tiene como objetivo "reivindicar el oficio del librero y recordar a la gente que las librerías somos una alternativa de ocio", explicó Eva Cosculluela, copropietaria de la librería Portadores de Sueños y presidenta de la Asociación de Librerías de Zaragoza.

Las librerías zaragozanas aplicaron un 5% de descuento y abrieron hasta las 22 horas. Además pusieron en marcha su programa especial, que compitió con el Black Friday, una iniciativa comercial llegada de EEUU, que también se celebra en esta fecha y que paulatinamente se está implantando en los comercios españoles. La librería y centro social, La Pantera Rossa, organizó un encuentro con el zaragozano Miguel Serrano sobre su novela Autopsia. En la librería Cálamo, que cumple 32 años, los clientes pudieron degustar de "un vinito y el descuento", indicó Ana Cañellas, una de los responsables del negocio. En Antígona, tras la presentación de los poemarios de Martha Asunción Alonso y de Laura Casielles, los aficionados a la lectura pudieron recitar textos poéticos. La librería Portadores de Sueños celebró su décimo cumpleaños con la inauguración de la exposición de 42 fotografías.

Balance y reivindicación

Este día es una jornada para hacer balance y poner sobre la mesa las reivindicaciones. Javier Gimeno, uno de los responsables de La Pantera Rossa, centrada en ensayo crítico, que abrió sus puertas en diciembre de 2010, opinó que "tal y como está el sector, una librería que no tenga personalidad propia tiene complicada la supervivencia, por eso la especialización nos favorece". Ana Cañellas, responsable de la Cálamo, reconoció que "las ventas no van mucho mejor que el año anterior", y apostilló que aunque "nuestra clientela es bastante fiel, hay un descenso acumulado en estos años del 40% de pérdida en ventas". Además, aprovechó para reivindicar que "se haga pública la Ley del Libro para que se establezcan las sanciones correspondientes para todo aquel que no la cumpla".

Otro fenómeno que sacude en la actualidad al mundo editorial es el libro electrónico. Sin embargo, la presidenta de la Asociación de Librerías de Zaragoza valoró que "no ha arrancado del todo, por lo menos no ha llegado a las cifras de venta esperadas. Incluso en Estados Unidos, donde la tendencia era muy al alza, se ha frenado bastante". Así, aclaró que no les está afectando este fenómeno y que aunque "hay muchas librerías que ofrecen libros electrónicos, no es una parte importante del negocio", aunque consideró que los libreros deberán adaptarse a convivir con él.