Enrique Amador Musi O, al menos, así lo concibe de momento. «Sí, es verdad, dejo la música», decía anoche totalmente convencido de una decisión que, por otro lado, asegura «me duele en el alma».

Musi, que ha compartido escenarios y ha tocado junto a los mejores del género, desde Duquende, a quien teloneó en Zaragoza en una actuación que supuso el inicio de su proyección, a Diego El Cigala, Michel Camilo, Miguel Poveda, Maite Martín o el mismísimo Paco de Lucía en Pirineos Sur, entre otros, considera que es el momento de dejarlo «pues apenas salen actuaciones fuera, algo que me permitiría seguir y dedicarme más a la música, pero solo tocamos en Zaragoza y cada vez me cuesta más componer temas nuevos debido a mi trabajo, pues no me gusta repetirme y me gusta presentar nuevos temas cada vez que actúo», cuenta el músico zaragozano, que trabaja de chatarrero «de lunes a sábado, y tengo las manos destrozadas». Algo que, escuchándolo al piano, nadie diría.

Musi entiende que, por todo ello, ha llegado el momento de dejar la música, «donde empecé, en el Auditorio de mi ciudad», y para ello ha preparado un programa especial bajo el titulo de Inolvidable, repasará su trayectoria y «también varias cosas especiales que he preparado, como un homenaje a Paco de Lucía y otro a Niña Pastori, pues no solo hay que hacer homenajes a quien ya se ha ido», dice. Este último tema, cuenta, es una «composición mía con letra de Pastori», explica.

Así, acompañado por su músicos habituales, Josue Barrés (percusión), Daniel Jiménez (cante), Juan Caballero (bajo) y Simón Fernández (flauta travesera), Enrique Amador ha querido preparar una despedida «lo más digna posible, por eso he trabajado mucho también la escena pues quiero que sea un espectáculo que guste al público, que es quien me ha dado todo», señala el pianista, quien, a pesar de que insiste en que seguir en la música «cada vez se me hace más cuesta arriba», asegura que «me voy contento, tanto por lo que he hecho como por cómo me ha tratado el público».

Musi inició su vínculo con el piano a los 4 años de edad. De ahí que no es de extrañar que su primer disco, en 2005, se titulase Desde niño. Considerado por la revista Mondo Sonoro como uno de los mejores directos de Aragón, en el año 2013 presentó su segundo álbum, Entre Lunas, en el que siguió con su búsqueda de un lenguaje sonoro muy personal, aunque siempre fuertemente enraizado en el flamenco, a través de palos que van de las bulerías o los tangos a las colombianas. El disco fue presentado en enero de 2013 en el Teatro Principal de Zaragoza, con gran éxito de público. La crítica especializada siempre elogió su trabajo innovador, de investigación y fusión. Lástima que la calidad y lo comercial estén a veces tan reñidos.