Bajo el pseudónimo de Megan Maxwell (1965, Núremberg) se halla una escritora con una trayectoria tan vertiginosa como exitosa. Considerada como una de las artífices del género chick lit en España, es ganadora de numerosos premios relacionados con la literatura romántica y erótica. Esta madrileña de adopción trabajó como secretaria en una asesoría jurídica durante varios años hasta que descubrió su verdadera vocación: la escritura.

--¿Cómo lleva ser calificada como la Grey española?

--Lo llevo bien, aunque puestos a elegir preferiría que se me relacionara con otros personajes. De todas formas, no creo que tenga mucho que ver el personaje de Grey con lo que yo represento más allá de que Cincuenta sombras de Grey tuviera un gran éxito de ventas y a mí tampoco me este yendo mal en cuanto al éxito.

--¿De qué forma se respeta la delgada línea entre erotismo y pornografía?

--Es cierto que es una línea muy fina la que separa a ambos conceptos. siempre intento que lo que escribo quede sutil y excitante, lo que no quiero es caer en algo burdo. Al principio es complicado porque yo nunca había escrito novela erótica. Había escrito novelas donde había sexo pero no donde el erotismo fuese el eje conductor de todo la trama.

--No parece que erotismo sea la característica principal de esta última novela. ¿A qué se debe?

-- No lo es. Se trata de una comedia romántica. Realmente el cambio en mi trayectoria lo di cuando decidí escribir una novela erótica con la trilogía Pídeme lo que quieras y Sorpréndeme. Ahí fue cuando se produjo el cambio y me di cuenta de que al escribir no me podía poner ningún tipo de límite a la hora de hablar de sexo. Lo hice, y resulto que me divertí enormemente.

--Ha tratado diversos géneros (thriller, fantasía, drama, literatura romántica, comedia...). ¿Con cuál se queda?

--Sin duda alguna con la literatura romántica. Me gusta este género tanto para leer como para escribir.

--En Melocotón loco aparece el hombre como objeto sexual.

--Sí. Los objetos sexuales siempre estaban capitalizados por mujeres. Los uniformes siempre nos han gustado a las mujeres, tienen un atractivo especial. Decidí escribir una historia sobre un bombero ya no solo por el mito que representa. Además, para mí son héroes.

--Suelen relacionarle con el género chick lit. ¿en qué consiste este estilo literario?

--Se trata de escribir una novela de mujeres y para mujeres. Se habla mucho de compras y de marcas, ahora bien, mis novelas están catalogadas de chick lit pero se alejan un poco de este género en el sentido de que lo que menos hablo es de compras y en lo que que verdaderamente me centro es en la historia de amor, dejando en un segundo plano lo otro.

-- ¿Cómo definiría a Ana, la protagonista de esta novela?

--Es una chica actual, de hoy en día, con muchas dudas pero una guerrera que sabe lo que quiere y va a por ello. Lucha por lo que realmente desea en la vida. Es una mujer joven que va haciéndose más mujer con el paso del tiempo.

--Tradicionalmente las novelas eróticas han recibido una mayor atención por parte del sexo femenino. ¿Se está rompiendo esta tendencia?

--A mí me leen muchísimos hombres, lo que pasa es que lo niegan (ríe). Pero no solamente en erótica, si no en romántica en general. Hay un ejemplo muy claro y es que las lectoras me cuentan sus opiniones y sensaciones a través de las redes sociales, mientras que los hombres también me lo dicen pero por medios estrictamente privados. Les debe de dar vergüenza que la gente que le rodea sepa que leen este tipo de literatura.