El fotoperiodista se enfrenta a la toma de la imagen «de manera intuitiva, con el bagaje que llevas ya en la cabeza». Y es entonces cuando la cámara retrata una imagen devastadora del atentado a la casa cuartel de Zaragoza en 1987, a Marcelino Iglesias saltando sobre un río en Arens de Lledó en julio del 2010, a la Policía Nacional disolviendo una manifestación que trata de parar un desahucio en octubre del 2014 o el funeral de Elías Yanes celebrado recientemente. La Asociación de Fotoperiodistas de Aragón muestra desde ayer la «memoria colectiva de los aragoneses» en el Cuarto Espacio de la Diputación Provincial de Zaragoza donde se inauguró la exposición Así lo vemos, que estará abierta hasta el 19 de agosto. 74 fotografías que construyen la historia de la comunidad desde 1975 aunque «la selección personal de cada uno (cada asociado ha elegido dos de sus instantáneas) ha sido más sentimental que siguiendo un criterio histórico». Así lo explicó ayer el presidente de la asociación, José Miguel Marco, que estuvo acompañado en el acto de inauguración del vicepresidente, Javier Belver, y de la diputada delegada de Cultura de la DPZ, Cristina Palacín.

DOS GRANDES PARTES / La exposición está dividida en dos grandes partes. En la primera se hace «un recorrido por la tecnología fotográfica que se ha utilizado en los últimos 40 años» en el que se puede ver diferente material así como la historia de los medios de comunicación más importantes de la comunidad.

En la segunda, ubicada en la parte de abajo, es donde se pueden contemplar las 74 instantáneas divididas en seis secciones: Personajes, Noticias, Vida, Sucesos, Deportes y Cultura. En ellas, se puede contemplar desde a Cecilia Giménez junto al Ecce Homo que le hizo famosa hasta el funeral del Pastor de Andorra, la celebración del ascenso del Huesca a Primera División, la recreación de Javier Bardem colgándose de un larguero en el rodaje de Jamón, jamón o la identificación por parte de la policía de Pikachu en plenas Fiestas del Pilar así como a Echenique contemplando un cuadro. Tampoco faltan fotografías sobre el Yak-42, las manifestaciones de repulsa de los atentados del 11-M e incluso de fuera de la comunidad abarcando territorios como Siria o Bosnia-Herzegovina.

«A pesar de que no se ha seguido un recorrido histórico, es una visión global de lo que han sido estos años en la comunidad -desgranó ayer Marco- (...) desde la convicción de que trabajamos para que nuestras fotografías puedan formar parte de la memoria colectiva y eso es lo que puede que nos haga contemporáneos».

Con respecto al papel de la asociación, Javier Belver resaltó que su creación les ha permitido «convencerse de que estamos contando la Historia y de que nuestro trabajo merece la pena en un tiempo en el que las imágenes por muy fuertes que sean expresan lo que está ocurriendo y, por desgracia, no es una broma».

Palacín, por su parte, aseguró que es «una exposición pensada y soñada desde hace tiempo que permite realizar una reflexión sobre la profesión centrada en el discurso de la imagen».

Porque, al final, tal y como recoge un muro de la exposición que se abrió ayer, una frase de Alberto García-Alix, las imágenes hablan de la vida presente: «Con la fotografía he aprendido que nada vuelve y que no hay mañana; la fotografía es un certificado de presencia y de ausencia, ese es su poder».