El mercado editorial ha iniciado una tímida y apenas perceptible recuperación después de la debacle sufrida en torno al año 2008 cuando la facturación descendió en un 25%. Daniel Fernández, presidente de la Federación del Gremio de Editores, desveló ayer el informe del último año en el que se puede apreciar un aumento del 0,1%. «Desde hace tres años asistimos a un paisaje de recuperación, pero el crecimiento es prácticamente inapreciable», comentó en la presentación. De todas formas, hay que precisar que si se desglosan del total los libros de texto, cuyas ventas han disminuido un 3% debido a la intervención del mercado de las Administraciones Públicas, el crecimiento es en torno a un 2%.

La facturación del sector alcanzó en 2017 los 2.319,36 millones de euros (900 millones menos que en 2009) una cifra que según Fernández está compensada gracias a la exportación. Barcelona sigue siendo puntera en cuanto a facturación (un 50,8%) frente a Madrid (42,3%).

Uno de los puntos débiles continúa siendo la compra de material para las Bibliotecas. Para Fernández resulta inasumible poner en marcha un Plan de Fomento para la Lectura si las bibliotecas continúan desabastecidas, y lanza un reto al nuevo Gobierno: que los miembros del gabinete den ejemplo y se hagan fotos con libros. En la cabeza de todos, el modelo francés y su protección absoluta a un sector que consideran uno de sus tesoros nacionales.

Y es que los índices de lectura de los españoles están por los suelos. Un 40% de los españoles no tendría ningún interés por los libros. La ausencia de ese Plan de Fomento, el cambio al paradigma digital y la piratería (por la cual aseguran que se pierde más de 200 millones de euros al año) serían algunos de los causantes de este panorama desolador.

Sin embargo, se sigue publicando demasiado. En 2017, el sector editó 87.262 títulos. Baja, eso sí, la tirada media de cada uno de los títulos, que se estima en unos 2.753 ejemplares y también el precio medio, que se ha reducido hasta 14,6 euros. Solo en literatura la venta ha alcanzado 6 millones de ejemplares más que en 2012 a pesar de que las ventas no han acompañado ese incremento precisamente. El resultado es que se producen muchos más libros de los que al final se venden.

FORMATO DIGITAL, EN ASCENSO / El formato digital sin alcanzar las cifras que se le pronosticaban hace unos años también continúa con su tónica moderadamente ascendente, con una cifra similar al del ejercicio anterior, 1,6%, situándose en los 119,10 millones de euros y representando el 5,1% de facturación total del sector. Ha aumentado el catálogo, que se estima gira en torno a los 47.000 títulos.

Mientras la mayor parte de la venta digital se hace a través de Amazon, los canales de distribución habitual para el formato físico continúan siendo las librerías y las cadenas especializadas. En el último año, según el estudio han crecido las editoriales pequeñas, mientras que las grandes empresas facturan un total del 61,5%. En cuanto a las lenguas de edición, el 75% fue en castellano y el 13,8% en catalán con un total de 12.041 títulos; en gallego, 1.747 (2,3%); en euskera se editaron 1.562 títulos (2%); y en otras lenguas, 4.246 (5,6%).