El torero Miguel Ángel Perera ha recibido hoy el alta hospitalaria en la clínica Quirón de Zaragoza, donde ha permanecido ingresado desde el pasado domingo a consecuencia de la grave cornada que sufrió en el último toro de la Feria del Pilar de Zaragoza.

Dos días después de la intervención a la que fue sometido, el doctor Val-Carreres ha comprobado que la herida presenta muy buen aspecto, no ha aparecido la temida fiebre, los drenajes han funcionado perfectamente y su estado clínico es muy satisfactorio, motivo por el que han decidido darle el alta.

El torero de la Puebla de Prior (Badajoz) fue herido por el sexto toro de la corrida del pasado domingo en Zaragoza, de la ganadería de Montalvo.

El astado le propinó una cornada "a nivel de la unión del tercio medio inferior de la cara posterior del muslo izquierdo con orificio de entrada de 7 centímetros y dos trayectorias: una ascendente de 20 centímetros que dislacera fibras de los músculos isquiotibiales, y otra externa de cuatro centímetros que se pierde en el tejido celular subcutáneo, de pronóstico grave".

Perera viajará a su domicilio para seguir recuperándose y poder reaparecer durante la temporada americana que está a punto ya de comenzar, y donde está contratado para torear en Lima, en su feria del Señor de los Milagros, el próximo 10 de noviembre, en un cartel completado por Paco Ureña y el peruano Joaquín Galdós.