Un niño con la camiseta del Real Zaragoza y un morico en minatura, en brazos de su padre, se acerca a la boca de uno de los cabezudos como preguntando, ¿quién anda ahí? Es una de las 25 fotografías de EL PERIÓDICO DE ARAGÓN que forman parte de la exposición sobre las Fiestas del Pilar que este diario inauguró ayer en la Cámara de Comercio en un acto al que asistieron, además del director de este medio, Jaime Armengol; el consejero de Vertebración del Territorio, Movilidad y Vivienda del Gobierno de Aragón, José Luis Soro; y la vicepresidenta de la Cámara de Comercio, María López.

IMÁGENES IRREPETIBLES

«Es una parte de lo que ha ido haciendo EL PERIÓDICO DE ARAGÓN para contar lo que sucedía en la ciudad con imágenes como estas, algunas de ellas ya irrepetibles», señaló Armengol, quien aseguró que es un «orgullo contribuir a hacer más grande la programación de estas fiestas con esta iniciativa». Y es que la exposición recupera imágenes como las de la antigua Ofrenda de Flores cuando la Virgen todavía no ocupaba el lugar central o de una Puerta del Carmen con un cachirulo en ella. También es testigo imborrable del concierto de Miguel Bosé en un paseo Independencia todavía sin tranvía y como eje central de conciertos multitudinarios o del pregón que pronunciara José Antonio Labordeta en el 2009. Las 25 instantáneas han sido seleccionadas del extenso fondo de EL PERIÓDICO DE ARAGÓN y muestran, en palabras de Jaime Armengol, «unas fiestas que tienen una gran dimensión gráfica y plástica y un punto de evocación y recuerdo».

Gente disfrutando de las fiestas en la calle, el parque José Antonio Labordeta engalanado para la celebración, Carmen Sevilla llorando a los pies de la Virgen del Pilar o una pareja bailando jota en la plaza del Pilar, epicentro de las fiestas durante muchos años, son otras de las fotografías que se pueden contemplar en la muestra.

Soro, por su parte, se alegró de «ver imágenes de fiestas y gente feliz con las fotografías tan duras que se ven estos días», antes de señalar que «algo tan obvio como es colaborar con el ayuntamiento en las fiestas, no se había hecho y es algo de sentido común».