VENTANAS DE MANHATTAN

AUTOR: Antonio Muñoz Molina

EDITORIAL: Seix Barral

PAGINAS: 384

PRECIO: 19 euros

El mito de Nueva York irradia su magnetismo todavía hoy cautiva al artista contemporáneo. Juan Ramón Jiménez, José Moreno Villa, García Lorca y tantos otros después han dejado su personal crónica del asombro, el avasallamiento y la disolución que produce la imponente megalópolis. La ciudad que visita Antonio Muñoz Molina (Ubeda, Jaén, 1956) en Ventanas de Manhattan ya no es el animal invulnerable, hosco y hospitalario a partes iguales, sino un gigante herido en su ingenua majestuosidad, un Aquiles que ha despertado a la aparatosa fragilidad de su talón.

Muñoz Molina --que el próximo martes presentará su libro en Zaragoza, en el salón de actos de la CAI-- viaja a Nueva York equipado con el excelente novelista que es sobrepuesto al eficaz cronista que no ha dejado de ser desde El Robinson urbano . La mirada alrededor y sobre todo la expresión en que se traduce esa mirada pertenecen a un escritor con pleno dominio de sus facultades, que conoce los resortes de su lenguaje y los maneja con rotunda solvencia. El libro podría haberse titulado Cuaderno de Nueva York si José Hierro no se hubiera adelantado, porque de eso se trata, de un cuaderno privado, un diario sin fechas donde se recogen, en 87 ventanas o viñetas de texto, impresiones y vivencias durante el otoño del 2001, sí, el del atentado destruyó las Torres Gemelas.

No es ésta, por tanto, una obra de ficción sino de minuciosa observación, una galería de instantáneas verbales tomadas de la realidad cotidiana. Ventanas hay muchas en estas prosas de observatorio, las de los cuadros de Edward Hopper y las que se multiplican verticalmente en Manhattan; sin embargo las que importan son las ventanas metafóricas a través de las que Muñoz Molina escudriña el tumultuoso exterior y las que le sirven para asomarse a la bóveda de resonancia de su propia sensibilidad de creador.