TITULO Günter Grass. Obra gráfica

AUTOR Günter Grass

LUGAR Sala Ignacio Zuloaga y Museo del Grabado. Fuendetodos

FECHAS Hasta el 14 de junio

En el siglo V a. C. el poeta Simónides de Ceos describió la pintura como una poesía silenciosa, y la poesía como una pintura que habla. Una comparación que no admite dudas pero que en su tiempo, como ha estudiado Neus Galí, implicó una transformación radical de la concepción y del papel de la poesía que desde entonces iba a poder ser equiparada con el resto de las artes. Y de acuerdo con Galí, esta relación entre pintura y poesía sólo fue posible en un mundo de escritura. "Ut pictura poesis" es un topos de la escritura.

Y en ese topos se localiza la aportación de Günter Grass (Danzing, 1927) al universo literario y plástico contemporáneo. Es lógico por tanto que no comprenda la diferencia entre una u otra línea de creación, cuando ambas participan, evolucionan y se complementan en el acontecer de un mismo impulso.

Günter Grass, Premio Nobel de Literatura y Premio Príncipe de Asturias de las Letras en 1999, visitó Fuendetodos, atraído por el entusiasmo que en él suscita la obra de Goya pero también animado por la insistencia del equipo que dirige Joaquín Gimeno, alcalde de Fuendetodos. Fuendetodos concita pasiones y enconos bien próximos. Nos quedamos con las pasiones de quienes deciden emprender el viaje para ser participes de proyectos de futuro.

Grass viajó a Fuendetodos, mantuvo un encuentro con estudiantes de secundaria, realizó dos estampas en el taller de grabado y presentó las exposiciones de su obra gráfica en la sala Ignacio Zuloaga y en el Museo de Grabado. Durante dos días, Grass estuvo en Fuendetodos, aferrado a la obra de Goya con quien comparte su doble naturaleza de desengañados/desengañadores. Grass como Goya no sólo saben que todo va al revés, sino que además nos lo muestran. Ambos son capaces de reconocer engaños, de mirar al revés.

Ciudadano comprometido, polemista y turbador, Günter Grass se confiesa fascinado por el poder de la palabra, consciente como es de la necesidad de asumir el pasado para superar el presente. Para llevar a efecto esta tarea se sirve de palabras e imágenes cuya inseparable relación se hace evidente en la secuencia de litografías y grabados (1972-2002) en exposición. No hemos de contemplar estas imágenes como meras ilustraciones de su obra literaria, puesto que todas ellas surgieron al hilo de la narración e incluso antes, para afirmar la solidez de la metáfora verbal.

Del repertorio iconográfico, asentado en un dibujo expresionista y directo que araña las planchas, participan el muchacho del tambor de hojalata, caracoles, rodaballos, ratas, cangrejos, paisajes, bodegones, flores y el autorretrato del artista, en ocasiones sólo aludido por la pipa o las gafas, objetos que identifican su imagen de hombre siempre atento a la realidad.