DIRECTOR Joseph Ruben

INTERPRETES Julianne Moore, Dominic West PAIS EEUU AÑO 2004

CINES Augusta, Buñuel, Palafox, Warner

Misteriosa obsesión es, en cuanto a su pertenencia a un género, una película bastante extraña, y esa extrañeza deviene uno de sus pocos rasgos notables. Veamos el argumento. Una mujer, Julianne Moore, perdió a su hijo hace 14 meses en un accidente aéreo. No ha superado la situación y vive obsesionada con el recuerdo del pequeño. Un día, al querer mirar los álbumes de fotos del hijo, descubre que sus imágenes han desaparecido.

Tanto su esposo como el psiquiatra que la trata, Gary Sinise, le dicen que ese niño, en realidad, nunca existió. La protagonista, aseguran, sufre paramnesia, o sea, la capacidad para inventarse una nueva vida. Entra en contacto con el padre de una niña que pereció también en el accidente, Dominic West, pero éste asegura que nunca ha tenido hijos.

Hasta aquí nos encontramos con un thriller psicológico más o menos convencional. Pero la película entra en sucesivas fases y se aparta de la convención enunciada para entrar en terrenos más propios del thriller conspiratorio, primero, y el relato paranormal, después.

Joseph Ruben, director de aplicados y a veces inquietantes películas de intriga como El padrastro y El buen hijo -- y del éxito Durmiendo con su enemigo --, se encuentra más cómodo en la primera parte del largometraje, cuando el relato se incrusta entre la realidad y esa ficción que, todo parece indicar, se ha inventado la protagonista.

Después abundan los golpes de efecto y la mesurada intriga se desboca exageradamente. El resultado, con todo, es de lo más aplicado. Ruben es lo más parecido a un artesano que pueda encontrarse hoy en el engranaje de Hollywood y Julianne Moore, en una composición que a veces recuerda a la de su otro thriller, Hannibal , confiere consistencia a un personaje que en la escritura del guión apenas la tiene en cuentagotas.