Ricardo Aguín El Molinero , que cortó dos orejas al segundo toro de su lote; Tomás Luna, que cortó una oreja a cada uno de sus enemigos y el mayoral de la ganadería de Joselito, cuyo toro se llevó el premio al más bravo de la tarde, salieron ayer a hombros de la plaza de La Muela en la corrida-concurso de ganaderías. Ricardo Torres, el tercer diestro de la terna, fue ovacionado a la muerte de su primero y dió una vuelta al ruedo al acabar con la vida de su segundo.

Se llenó sólo una quinta parte del aforo para un festejo que fue de menos a más por el juego que dieron los toros cuarto y sexto, pertenecientes a Joselito y de María Isabel Sistac de Luna, respectivamente.

El Molinero , no se acopló con el toro de Concha y Sierra que embestía con dificultades y al que despachó con una estocada en la paletilla (silencio). Las cosas mejoraron con el segundo de su lote (de Joselito) y con él cuajó una faena muy artística por el pitón derecho, en el que logró una serie sensacional. Se pidió el indulto para este toro, que fue justamente concedido. Aunque el torero escuchó un aviso y volvió a matar mal, se llevó las dos orejas.

Ricardo Torres no pudo lucirse con la capa en su primero, de Valdefresno, en el cuajó una faena con algún muletazo aislado, para matar de pinchazo y estocada. Con su segundo, de Peña de Francia, que no embestía, se metió en una faena temeraria que le costó un revolcón. Mató de tres pinchazos.

Tomás Luna dio un quite por tapatías a su primero (Valdefresno), y recibió una larga cambiada de rodillas al que cerraba plaza (de Cistac). Con la muleta sólo pudo lucirse en su primero, al que sacó una sensacional faena por el pitón izquierdo. Mató de una estocada a cada uno