Henri Cartier-Bresson nos deja un doble legado. Fue el primero en comprender que la cámara fotográfica era el mejor instrumento para detener el tiempo. En una fracción de segundo, en el momento álgido de la acción y con todos los elementos ordenados. Lo llamó el momento decisivo. "En fotografía, hay que ser rápido, rápido, rápido. Como un animal de presa", afirmaba en este sentido. Fundó junto a Capa, Chim y Rodgers, todos ya muertos, la agencia Magnum. Como dijo Roland Barthes, "la fotografía es nuestra memoria colectiva". Cartier-Bresson ha desaparecido. Pero sus fotos y las de sus amigos de Magnum permanecerán para siempre.*

Fotógrafo y profesor de fotoperiodismo.