El abate Atto Melani, un personaje real del siglo XVII, se ha convertido en fuente de inspiración literaria y personaje de best-sellers . Amigo de reyes y nobles, músico y hábil espía, el clérigo ha resucitado en el siglo XXI como protagonista de una serie de siete libros que están a caballo entre la novela y el ensayo histórico. El primero, Imprimatur (Salamandra), fue presentado en Barcelona por sus autores, Rita Monaldi y Francesco Sorti.

La edición española llega precedida de una agria polémica en Italia, donde círculos católicos, molestos con las tesis del libro, han utilizado sus influencias para dificultar su difusión. Monaldi y Sorti han decidido cortar por lo sano: el segundo título de la serie, Secretum , no se venderá en Italia. Los dos autores emulan así a otra autora de éxito, Donna Leon, que publica las aventuras de su inspector Brunetti en todo el mundo, excepto en la República Italiana.

¿Qué puede molestar al Vaticano de una novela ambientada en el siglo XVII? Al parecer, la desmitificación del papa Inocencio XI, beatificado en 1965 pero que, según Monaldi y Sorti, "olvidó su condición de pastor de la Iglesia católica" y, como banquero, financió el desembarco del protestante Guillermo de Orange en Inglaterra para apoderarse del trono del católico Jacobo II.

Inocencio XI no es el único personaje al que la novela cambia el perfil histórico. También los franceses Fouquet y Colbert, de la corte de Luis XIV, y otros episodios que se relatan. Monaldi y Sorti afirman que el origen de la obra fue la correspondencia de Melani que, "de forma rocambolesca", llegó a sus manos. Las últimas 30 páginas son un resumen documental que da credibilidad a las tesis que en él se exponen.

Pero el abate Melani, el James Bond del siglo XVII, seguirá desmontando la historia oficial. En Secretum , segunda entrega de la serie, demostrará que el testamento de Carlos II que dejaba la corona de España a los borbones fue falsificado.