El Monasterio de Piedra ha sido una de las localizaciones escogidas, entre otras españolas y portuguesas, para el rodaje de El hombre que mató a Don Quijote, la última película del director y ex Monty Python Terry Gilliam.

El director americano contó desde su concepción con las localizaciones de Monasterio de Piedra para el rodaje de la cinta. Entre los escenarios seleccionados para grabar parte de la película destacan los paisajes del parque natural con sus cascadas y grutas o zonas de la abadía.

El monasterio cisterciense permitió al equipo de producción recrear con gran detalle la época de Don Quijote, un escenario singular que transportará al espectador a los tiempos del hidalgo. «Estamos muy orgullosos de formar parte de un proyecto cinematográfico de renombre como El hombre que mató a Don Quijote. Los días de grabación en Piedra han sido muy gratificantes y confiamos en que tanto el gran Terry Gilliam como los actores y el equipo de producción hayan quedado satisfechos con el resultado», apuntó ayer el director general de Monasterio de Piedra, José Pont.

ESPACIO «IDEAL»

A su juicio, la singularidad del monasterio, que aúna en un único entorno naturaleza, historia y arquitectura, lo convierte en un espacio «ideal» para un rodaje por su capacidad para hacer viajar en el tiempo. Y por ello se ha mostrado confiado en que este tipo de rodajes cinematográficos tengan continuidad en el complejo.

La película cuenta la historia de un anciano convencido de que es Don Quijote y confunde a un ejecutivo publicitario con su fiel escudero, Sancho Panza. La pareja se embarca en un viaje extraño, con saltos hacia atrás y adelante en el tiempo, entre el siglo XXI y el XVII, y poco a poco el ejecutivo publicitario se va contagiando de ese mundo de ilusión y se ve incapaz de separar sueño y realidad. Junto a actores internacionales, como Adan Driver o Jonathan Pryce, participan los españoles Oscar Jaenada, Jordi Mollá, Sergi López y Rossy de Palma.

Esta película se suma a otras rodadas en el entorno del Monasterio de Piedra, la primera de las cuales data de 1905 y fue dirigida por Fructuós Gelabert bajo el título El rostro del asesino. En los años 60 y 70 fueron otras de las que se tiene escasa documentación pero destaca La siesta de Jorge Grau y, ya en el siglo XXI, la producción de Daniel Monzón El corazón guerrero.

No es la primera vez que Terry Gilliam rueda en este emplazamiento ya que junto a Johnny Deep ya grabó varias escenas a principios de este siglo de este mismo proyecto que quedó en uno de los mayores fiascos de la historia del cine y que ahora por fin ha visto la luz. De hecho, en Youtube todavía se pueden ver varios trailers en los que aparece Deep en el parque natural del monasterio. En aquel entonces, la película contaba con un presupuesto de 21 millones de euros y fue una sucesión de acontecimientos (incluido el mal tiempo) el que acabaron por hacer fracasar el proyecto (sólo quedó el documental Lost in la Mancha) que ahora, 17 años después, Gilliam sí ha logrado convertir en un éxito. Al menos en cuanto al rodaje.

El Monasterio de Piedra, catalogado como Conjunto de Interés Cultural y Bien de Interés Cultural, cuenta con la Medalla al Mérito Turístico concedida por el Gobierno de Aragón en 2011 y recibe anualmente a alrededor de 275.000 visitantes.