Ya tenía 70 años y, sin embargo, los miembros de Tranvía Teatro recuerdan como no se perdía ni un ensayo y se quedaba con todo el equipo «todos los días hasta las 2 de la madrugada trabajando con nosotros». La directora del Teatro de la Estación, Cristina Yáñez recuerda con mucho cariño y admiración a John Berger, el escritor fallecido la noche del lunes a los 90 años de edad. Su obra El último retrato de Goya fue adaptada al teatro precisamente por Tranvía Teatro en 1996, dentro de los actos por el 250 aniversario del nacimiento del pintor de Fuendetodos y es que Berger era un gran apasionado del genio aragonés.

«Fue muy hermoso que en su visita a Zaragoza nos acompañara los últimos diez días de ensayos de la obra. No paraba de darnos notas sobre los personajes, yo hacía de la Duquesa de Alba y Miguel Pardo de Goya, y el director, Rafael Campos, guarda las anotaciones que hacía sobre los personajes», relata Cristina Yáñez que destaca sobre todo su «generosidad y su humanidad entrañable y cercana. De hecho, él en su visita a Zaragoza solo quería estar con nosotros y compartir las horas». Fue, además un momento muy intenso para el Teatro de las Estación ya que si la obra se estrenó en octubre, ese mismo junio abrieron sus puertas por primera vez: «Se juntó todo, pero recuerdo que Berger estaba emocionado, hasta le brillaban los ojos en los ensayos y mira que nosotros teníamos reparos porque siempre que viene un autor vivo a ver su obra...».

No fue el único contacto que Berger tuvo con Aragón ya que ese mismo año, dentro de la misma visita fue a la casa natal de Goya en Fuendetodos y ofreció una charla así como diferentes entrevistas con los medios locales. En la que concedió a EL PERIÓDICO DE ARAGÓN, Berger expresó su gran admiración por el pintor: «No solo con las pinturas del Prado, también viendo la televisión cada noche es imposible no pensar en Goya, porque lo que está pasando en el mundo ya fue descrito en imágenes por Goya». Y es que Berger insistió en que el de Fuendetodos «comprendió al violento y a la víctima» antes de analizar la sociedad: «Ël vivió en una época oscura y creo que nosotros, en este fin de siglo, también vivimos una época oscura. Hay periodos brillantes en la historia, pero no son muchos ni muy largos. Si te toca vivir en una época oscura es importante intentar ver lo que está pasando y no decir mentiras, ni siquiera piadosas. En lo que Goya pintó, vio lo que estaba pasando, y creo que el mismo trabajo y decisión son necesarios hoy porque el mundo va hacia una catástrofe».

PREMIO CÁLAMO

Posteriormente, en el 2005, recibió el Premio Cálamo Otra Mirada por su libro Esa belleza y, aunque él no acudió a recogerlo (lo hizo su nuera) por una operación pendiente, el librero Paco Goyanes mantuvo contacto con él durante varios años en los que se escribieron multitud de cartas. En el 2013, Fuendetodos acogió su exposición (aunque él no vino a la inauguración) John Berger & Yves Berger: Disparate y dibujos, compuesta por 85 estampas del propio Berger.

Y es que, años después de aquella visita en 1996, Berger siguió manteniendo el contacto con Aragón. Además de la correspondencia con Goyanes, Cristina Yáñez recuerda que, tras aquellos diez días «de locura» en el Teatro de la Estación siguieron manteniendo el contacto: «Hablábamos por teléfono e incluso comentamos la posibilidad de llevar ese montaje a Madrid aunque, al final, por el lío que teníamos nosotros con el teatro recién inaugurado, no pudimos hacerlo», dice Yáñez antes de concluir: «Cuanto más sabio, más humano y cercano».