La familia Briz --Andrés, José y Julián-- poseía en Zaragoza talleres dedicados sobre todo a la fabricación de sartenes, pero se adentró en otros ámbitos como la creación de motocicletas. La puesta en marcha del prototipo fue a finales de los años 40 o quizá en 1950. El microcoche, fabricado en el número 2 de la calle Azoque, tenía una carrocería de tipo torpedo. "Resulta muy poco conocido. No he conseguido fotos, sólo descripciones verbales".