Objetos promocionales en forma de vistosas estrellas mudéjares, en baldosas de cerámica de buen tamaño y colocadas en cuidadas cajas de madera, han sido abandonadas por el Centro de Gestión del Patrimonio Mundial de Aragón, en la calle Juan Pablo Bonet, desde hace diez días, según han denunciado vecinos de la zona.

Cada día, afirman, desde el centro se han ido sacando a la acera de la calle decenas de llamativas baldosas conmemorativas de la fecha en que el mudéjar aragonés fue reconocido como Patrimonio de la Humanidad. Las piezas, en colores verdes y blancos, y que reproducen una estrella característica de la geometría mudéjar, fueron encargadas en su día a la fábrica de Cerámica de Muel y, en ellas, se puede leer una leyenda que hace mención a la fecha y lugar donde fue reconocido el mudéjar aragonés.

Las cerámicas de regalo están siendo depositados en la calle, contenidas en cajas de madera con decoración mudéjar. Dentro de cada una, hay seis unidades. Desde el primer día que aparecieron en la calle, la voz ha corrido entre los vecinos y la mayoría ya tienen en su casa muchas de estas estrellas que han ido recogiendo.

El Centro de Gestión del Patrimonio Mundial fue inaugurado a finales del 2002 con la intención de gestionar y promocionar --de ahí estos objetos ahora despreciados-- el patrimonio mundial reconocido por la UNESCO en la comunidad. La idea surgió desde la consejería de Cultura de la DGA, cuyo responsable era entonces Javier Callizo, cuando el patrimonio aragonés fue reconocido el 14 de diciembre del 2001 en Helsinki como Patrimonio de la Humanidad. La sede empezó a funcionar el 4 de febrero del año 2003.