José María Latorre, escritor, ensayista y crítico de cine zaragozano, falleció de forma repentina a causa de un infarto el pasado viernes en su domicilio de Barcelona, ciudad en la que residía desde hacía 32 años. La noticia de su muerte no trascendió hasta el día de ayer, en el que su viuda lo dio a conocer a sus allegados, una vez ya su cuerpo había sido incinerado, el domingo, en un acto íntimo. Contaba 69 años.

Considerado como el mejor escritor español de literatura fantástica y de terror dirigida al público juvenil, su trayectoria, sin embargo, abarca un amplio abanico de géneros. De hecho, fue coordinador de la revistas cinematográficas Dirigido por... e Imágenes de actualidad desde septiembre de 1982 hasta abril de 2011, y dirigió la colección de libros Programa Doble. También realizó guiones para televisión y para largometrajes como Denver, dirigida por Carlos Balagué (1985), Barcelona, lament, de Luis Aller (1991). Su guion para el corto El sistema de Robert Hein, a partir de un cuento de Pere Calders, obtuvo el premio de la Generalitat catalana.

PROLÍFICO Y POLIVALENTE

Pero, a pesar de sus innumerables artículos y ensayos sobre cine y también sobre música, la gran dedicación de Latorre fue, sin duda, la literatura, a la que dedicó casi tres décadas de su vida, en las que publicó más de 30 libros de ficción y ensayo. Entre ellos destaca, por ejemplo, La mirada de la noche, con el que consiguió el Premio Gran Angular SM. No fue el único galardón, ya que logró reconocimientos como el Premio Degeneración de los 80 por School Bus, Premio Gigamesh por el ensayo El Cine Fantástico --manual de cabecera de diversas generaciones--, Premio Ciudad de Barbastro por El hombre de las leyendas o Premio San Pancracio a la mejor labor crítica, entre otros.

Los jardines de Beatriz), El palacio de la noche eterna o Los ojos de las tinieblas son otras de sus obras, además de una buena colección de cuentos macabros, como La noche de Cagliostro (imaginaria aventura del médico y ocultista veneciano Alessandro di Cagliostro), Silencio, El lecho vacío y Recuerda mis sueños. Su relato Instantáneas fue traducido al polaco e italiano; todas estas historias se encuentran reunidas en La noche de Cagliostro y otros relatos de terror, publicado por Valdemar, la gran editorial del género.

Fue esa mezcla de pasiones del cine y la literatura la que configuró su estilo, bien cuidado, preciso y sin florituras que confieren a sus narraciones un ambiente asfixiante y sin que nada sobre. "Un estilo directo y netamente cinematográfico, que abrió caminos nuevos en la escritura", como lo definía ayer José Luis Corral, presidente de la Asociación Aragonesa de Escritores, quien también destacaba de Latorre "su independencia; iba a su aire en todo, de ahí su polivalencia de géneros y de editoriales con las que publicó". Una faceta muy en la línea de Nino Rota (músico en el que era experto y sobre el que escribió el libro Nino Rota. La imagen de la música), del que admiraba, precisamente, su espíritu inconformista.