El actor estadounidense Harry Dean Stanton, que cimentó su carrera en un gran número de papeles de reparto antes de saltar a la primera línea como protagonista de la cinta de culto París, Texas (1984), de Wim Wenders, falleció a los 91 años en un hospital de Los Ángeles, según informó el portal de noticias TMZ.

Stanton, un intérprete de larguísima y muy alabada trayectoria a quien David Lynch convirtió en una presencia fetiche en sus filmes, deja una película sin estrenar, Lucky, el debut como director de John Carroll Lynch, que verá la luz en Estados Unidos a finales de este mes y que, según la crítica especializada, contiene una de las mejores interpretaciones de su carrera.

Nació en 1926 en West Irvine, en el estado de Kentucky, y fue cocinero de las tropas estadounidenses en la segunda guerra mundial. Una vez finalizada la contienda bélica, Stanton volvió a su país para estudiar en la Universidad de Kentucky, antes de trasladarse a California para lanzar su carrera interpretativa.

Durante años acumuló incontables trabajos como secundario, que al final se convertirían en su gran especialidad, y tuvo que esperar hasta la década de los 80, ya como un artista veterano, para conseguir papeles protagonistas que le valieron el gran reconocimiento del público. En ese salto a la popularidad fue determinante el realizador alemán Wim Wenders, que lo fichó para interpretar a un hombre lacónico que deambula durante varios días por el desierto sin recordar quién es. París, Texas, que contaba con un guion del también recientemente fallecido Sam Shepard y una memorable banda sonora de Ry Cooder (en la que el propio Stanton interpreta una versión de la tradicional Canción mixteca), ganó la Palma de Oro en el Festival de Cannes y se convirtió en todo un fenómeno de culto.

Con un rostro afilado y misterioso pero con una potente presencia en la pantalla, participó en otras cintas destacadas, con papeles más o menos secundarios, como Alien (1979), de Ridley Scott; 1997: Rescate en Nueva York (1981), de John Carpenter; La chica de rosa (1986), de John Hughes, y La última tentación de Cristo (1988), de Martin Scorsese. El actor de Kentucky se puso asimismo a las órdenes de otros prestigiosos cineastas como Francis Ford Coppola (El padrino II, 1974, y la incomprendida Corazonada, 1981), Sam Peckinpah (Pat Garrett y Billy the Kid, 1973), Frank Darabont (La milla verde, 1999) y Paolo Sorrentino (Un lugar donde quedarse, 2011).

EL TOQUE LYNCH / Pero el director que requirió sus servicios de manera más asidua fue, sin duda, David Lynch, que reclutó a Stanton para Corazón salvaje (1990), Twin Peaks: Fuego camina conmigo (1992), Una historia verdadera (1999) e Inland Empire (2006), así como para la asombrosa tercera temporada de la serie Twin Peaks, que se ha estrenado este mismo año. Esta fue la última de sus numerosas apariciones en series de televisión, que se iniciaron en los años 50 y 60 con Gunsmoke y Rawhide y culminaron con su presencia en la serie Big love, de HBO, donde interpretaba al manipulador líder de una secta mormona que practica la poligamia.