El escritor zaragozano Ignacio García Valiño falleció ayer en un hospital de Marbella, donde residía desde hace alrededor de una década, a consecuencia de un tumor cerebral que sufría desde hace tiempo y del que había sufrido una recaída. García Valiño, que contaba 46 años y tenía dos hijos, será enterrado en la ciudad malagueña. El autor zaragozano se dio a conocer al gran público en 1998 con La caricia del escorpión, novela con la que fue finalista del Premio Nadal, Crítico de cine en sus orígenes, autor de guiones, cuentos y ensayos, su obra se tradujo a numerosos idiomas.

Además de escritor, Ignacio García-Valiño (Zaragoza, 1968) era psicólogo y trabajaba en el mundo de la educación, además de escribir guiones de cine. "Era un escritor muy versátil, que creía en los valores de la literatura y que pensaba que aprender y ser feliz cuesta un esfuerzo", apunta el también escritor y crítico literario Antón Castro, amigo del autor fallecido.

En sus obras mostraba su "obsesión" por la psicología y las emociones y, en cierta medida, todos sus libros acabaron siendo estudios sobre este asunto, informa Efe.

Empezó a escribir muy joven y en 1993 ganó el premio Isabel de Portugal por su libro de cuentos La caja de música. Después escribió las novelas La irresistible nariz de Verónica (1995, Premio José María de Pereda), Urías y el rey David (1997, finalista del Premio de la Crítica), La caricia del escorpión (1998, finalista del Nadal), Una cosa es el silencio (1999), Las dos muertes de Sócrates (2003) y El corazón de la materia" (2008).

ADAPTACIÓN AL CINE Además, fue finalista del Premio Ciudad de Torrevieja en el año 2006 con Querido Caín, obra que fue adaptada al cine por Jesús Monllaó con el título de Hijo de Caín. En este libro contaba en parte su propia experiencia, puesto que de niño sufrió acosos en el colegio y los relató en la novela, intentando buscar explicaciones a ese comportamiento.

Tras su último ensayo sobre como tratar a los adolescentes conflictivos, Educar a la pantera (2009), escribió el que fue su último trabajo, la novela El ruido del mundo (2014). También obtuvo en 1999 el premio NH de relatos, por Una voz en Nochevieja y en 2005 el premio Santillana de experiencias educativas por Un dedo en el Pacífico azul.