Figura fundamental de la literatura escandinava del siglo XX, el dramaturgo y narrador sueco Per Olov Enquist murió el pasado sábado a los 85 años, según anunciaron su familia y su editor. En Cataluña se dio a conocer en los años 70 cuando el Teatre Lliure incluyó su pieza La nit de les tribades -una obra sobre la difícil relación de August Strinberg con la mujeres-, entre los grandes éxitos de sus inicios (fue el segundo montaje de la compañía). El montaje contó con la presencia de Anna Lizaran y fue dirigida por Fabià Puigserver.

La obra narrativa del autor sueco tardó algo más en llegar y han sido las editoriales Nórdica y Destino las que le han dado mayor difusión con novelas profundamente melancólicas y torturadas como La visita del médico de cámara, La partida de los músicos, El libro de las parábolas, o La biblioteca del capitán Nemo, además de sus memorias, Otra vida. En este libro, el autor narra su juventud solitaria en el extremo norte de Suecia junto a su madre viuda, una maestra luterana trabajadora que soñó con un futuro religioso para su hijo.

Vida traumatizada

Nacido en 1934 en Hjoggböle, una austera parroquia, creció en un entorno de ortodoxia religiosa muy parecido al que Ingmar Bergman relata en sus historias autobiográficas. Su infancia quedó traumatizada por el hecho de haber heredado la cama destinada a su hermano que murió al nacer y a la ausencia del padre que falleció cuando él contaba un año.

En su primera juventud se dedicó al deporte como saltador de altura (a punto estuvo de clasificarse para los Juegos Olímpicos de Roma en 1960) y al periodismo deportivo. Como tal tuvo que cubrir los juegos de Munich donde el comando palestino Septiembre Negro mató a 11 atletas israelíes.

Toda su vida ha estado marcada por la depresión, la duda, el miedo a la existencia y el alcoholismo, que lo dejó fuera de juego como escritor durante más de una década, como relató en sus memorias. Fue en 1990 cuando decidió plantarle cara a la adicción y reemprender su vocación. Tres años antes, sus desfases alcohólicos no le impidieron firmar el guion de la película 'Pelle el conquistador', que se hizo con el Oscar a la mejor película extranjera.