Las mujeres cotidianas de Goya, alejadas de la concepción de la mujer como musa del primer tercio del siglo XIX, centran los 85 grabados con mirada «feminista» del pintor aragonés que se exponen en Valladolid, por los que desfilan mujeres valientes, toreras o prostitutas.

Las mujeres de Goya. Grabados de una época, que puede verse hasta el 1 de septiembre en la Sala Municipal de la Pasión de Valladolid, incluye trabajos en los que Goya interpreta el papel y protagonismo del género femenino en esa época. «La pintura goyesca de la mujer consigue alejarse de la mujer como musa y la representa en situaciones del día a día», explicó durante la presentación el coordinador de la exposición, Wilfredo Rincón.

Son dibujos que «además de ser retratos transmiten sentimientos», explicó Rincón, que detalló que los textos que acompañan a las obras también son de Goya y en ocasiones «son tan ambiguos como los propios temas» de los grabados, porque debían esquivar el filtro de la Inquisición.

Rincón recordó que Goya tiene 224 grabados divididos en cuatro series y que en esta muestra se recogen los que están relacionados con la figura de la mujer. Además, recordó que en aquella época estos grabados eran vistos solo por señores privilegiados, de la nobleza, del clero o de las instituciones, un escenario muy diferente al actual, en el que se abren a todos los públicos.

El director de Museos y Exposiciones en Fundación Municipal de Cultura, Juan González Posada, aseguró que estas obras cuentan con «reflexiones de hace 200 años que ahora son contemporáneas». Además, González Posada consideró que Goya «era feminista» porque plasmaba en sus dibujos las consecuencias que sufrían las mujeres por la sociedad de aquella época, lejos de otras representaciones artísticas de finales del siglo XVIII y principios del XIX, cuando se trataba a la mujer como una musa.