Todos los representantes del mundo de la danza que lloraron ayer la pérdida de Gades destacaron su maestría, su integridad y dignidad personal. El director del Ballet Nacional de España, José Antonio Ruiz, dijo que el bailaor "ha muerto tal y como fue en vida, con una dignidad muy difícil de alcanzar si no se es totalmente íntegro".

Con el "alma helada" se quedó ayer Antonio Canales, quien anunció que dedicaría la función de Carmen Carmela al bailaor fallecido y que dejaría una butaca vacía en la séptima fila para que sólo la ocupase una flor como recuerdo. La ministra de Cultura, Carmen Calvo, subrayó la innovación de sus coreografías y habló de "un antes y un después de sus Bodas de sangre". Además de su carácter Calvo destacó su compromiso político. La bailarina Alicia Alonso también se refirió al comunismo de Gades y le llamó "gran amigo de la Revolución y del pueblo cubano". Alonso y Fidel Castro fueron los padrinos cuando Gades y Marisol se casaron en Cuba, en el 82.

Su mentora, Pilar López, de 97 años, no quiso hacer declaraciones. Otro de sus compañeros de aquella época, es Mario Maya, director del Centro Flamenco de Estudios Escénicos que lamentó que nunca se le concediera el premio Príncipe de Asturias. El aragonés Víctor Ullate, que coincidió con él en el Ballet Nacional de España, declaró que "España debe estar de luto porque hemos perdido a un genio de la danza", además de un hombre comprometido que fue, dijo, marginado políticamente por sus ideas.