Que el swing es mucho más que música es lo que se pretende demostrar este fin de semana en Zaragoza. Hoy comienza en la capital aragonesa la séptima edición del Zaraswing Festival, una cita anual que congrega en la ciudad a decenas de aficionados de esta música y sus bailes. En total, este año, 400 personas de 12 países diferentes van a asistir a esta muestra, que después de su trayectoria se encuentra en pleno proceso de consolidación. «Lo afrontamos con la misma ilusión que el primer día, con un poquito más de experiencia pero igual que nerviosos», cuenta Jorge Cuadri, uno de los organizadores del festival y miembro de Zaraswing, la academia más antigua de Zaragoza que se dedica a esta disciplina.

Todo comienza hoy a las 19.00 horas, cuando tendrá lugar lo que se conoce como Clandestino, que no consiste en otra cosa que bailar en la calle y animar a los viandantes a que se unan a la fiesta. Ante la previsión de lluvias, este acto se va a celebrar en el hotel Vincci Zaragoza Zentro en la calle Coso. La fiesta se alargará hasta la noche, cuando a las 21.00 comiencen los preliminares de la competición y el concierto de la banda parisina Hot Sugar Band, uno de los referentes mundiales del swing. El programa de actividades se alargarán durante todo el fin de semana, e incluye demostraciónes, competición, clases para los inscritos, conciertos y fiesta. «El objetivo desde el principio nunca ha cambiado: queremos que tanto los asistentes como los profesionales se diviertan», asegura Cuadri.

El swing nació en los años 20 en las calles del barrio neoyorquino de Harlem, y según Cuadri, su pretensión es mantener esa misma esencia. «El swing es universal y estamos comprometidos con los valores de tolerancia, la integración y la excelencia a través de la competición amistosa de los que bebe este movimiento. Es importantísimo que esto no se nos olvide, ni tampoco de que estamos bailando, no ejecutando unos pasos mecánicos. Lo principal es dejarse llevar y disfrutar», concluye Cuadri.