El Museo de Huesca y la empresa tecnológica Libelium colaboran en un proyecto de investigación que combina arte y tecnología y, a través del Internet de las cosas, contribuye a la preservación del patrimonio cultural. La colaboración permite medir con unos sensores las condiciones de luz, humedad y temperatura de dos excepcionales textiles que dada su fragilidad necesitan conservarse en unas condiciones ambientales muy específicas para evitar deterioros irreversibles.

En concreto, se trabaja en la conservación preventiva del tejido hispanomusulmán del siglo XI, conocido como Tiraz de Colls, y del tapiz de Roda de Isábena, del siglo XVI, que fue robado de la catedral de esta localidad oscense en 1979 por Erik El belga y localizado 30 años después en Houston (Estados Unidos). Las dos piezas forman parte de la exposición permanente del Museo de Huesca.

Los dos sensores -denominados Plug & Sense de Libelium- se han colocado detrás de cada pieza y a la vista del visitante solo queda el sensor de luz. Los datos recopilados por los dispositivos se envían a internet a través de una conexión 4G y llegan en forma gráfica a una página web donde se pueden analizar en tiempo real. El equipo de restauración del Museo de Huesca también puede registrar datos históricos y ver cómo evolucionan los parámetros de medición en diferentes momentos del día, estaciones del año o dependiendo de la alta o baja ocupación de la sala que alberga estas piezas; datos con los que se pueden generar informes de gran interés.

CONTROL DE LAS PIEZAS

«Este proyecto permite el control de dos de las piezas más emblemáticas del Museo de Huesca. Los tejidos son materiales muy sensibles y frágiles lo que ha supuesto también que se conserven pocos, de ahí su excepcionalidad y la importancia de minimizar su deterioro natural a través de un seguimiento constante e inmediato de las condiciones medioambientales que permite actuar en tiempo real a la hora de la conservación de las piezas», explicó el director de este museo, Fernando Sarría, quien recordó que «las colecciones son la razón de ser de los museos y su conservación es una de las funciones primordiales de los mismos que garantiza que tanto las generaciones actuales como las futuras puedan disfrutar de los bienes culturales que se custodian».

«Con esta colaboración, Libelium quiere poner su innovación y tecnología al servicio de la conservación del patrimonio aragonés e inspirar a otras entidades culturales a utilizar las posibilidades que ofrece Internet de las cosas para una mejor conservación y mejora de las obras de arte», señaló Alicia Asín, cofundadora y CEO de Libelium.

Tiraz de Colls es un fragmento de tejido islámico del siglo XI, en seda de color verde oscuro con ligamento de tafetán y decoración realizada con técnica de tapiz que se desarrolla en tres franjas horizontales: la superior y la inferior con dos inscripciones árabes, simétricas en ambos lados, en caracteres cúficos y con la siguiente leyenda: «En el nombre de Dios, el Clemente y...(el Misericordioso)»; la central es polícroma, con una secuencia de cinco rombos, cuatro de ellos enteros y con una combinación de temas geométricos y vegetales y el quinto, incompleto, que muestra la figura de un ave (pavón) con la cabeza vuelta. Fue hallado en la ermita de Colls, perteneciente al municipio de Puente de Montañana (Huesca) a finales de los años 70.

Por su parte, el tapiz de Roda de Isábena es del primer tercio del siglo XVI producido en los Países Bajos y procedente de la catedral de Roda de Isábena, cuyo uso original sería como frontal de altar. De tipología tapiz-retablo, evoca un tríptico dividido en tres casas enmarcadas por arcos y separadas mediante pilastras. En el centro aparece la Virgen con el niño frente a San Vicente, vestido de diácono y con la rueda que simboliza su martirio. En la casa de la izquierda aparece San Ramón, identificado por una inscripción en el intradós del arco; en la casa de la derecha se representa a San Valero. Detrás de los personajes aparece un fondo paisajístico cerrado por una cortina bordada, de gusto italianizante al igual que la decoración de las pilastras.