Las salas de época romana del Museo de Zaragoza acaban de recibir a un nuevo inquilino. Se trata de un un miliario de época del emperador Tiberio, que llega desde el término municipal de Sádaba y que pertenece al trayecto de la vía Caesaraugusta-Pompaelo. La pieza, de un tamaño imponente, está labrada en arenisca carbonatada de color parduzco y grano fino y mide más de dos metros de alto con un diámetro de más 50 cm y un peso aproximado de 3.000 kg. La recepción la dio a conocer ayer el museo a través de su web.

Los miliarios son bloques de piedra cilíndricos que se colocaban en las calzadas romanas para indicar la distancia en millas entre dos puntos. Dado que la vía en la que estaba situado presentaba un doble trazado en zona del hallazgo, se cree que este miliario, que dispone de una doble inscripción, y que podría estar indicando una bifurcación hacia el norte por Castiliscar y Sos (vía militar de Augusto) y hacia el oeste por Santacara (vía de Tiberio). Se da la circunstancia de que el Museo de Zaragoza posee otro miliario, esta vez fragmentado, del mismo camino y del mismo emperador.

Esta nueva incorporación a la exposición permanente no será la única, ya que desde el museo aseguran que con ella se inicia la composición de un espacio para ilustrar la importancia de las vías romanas y de cómo siguen siendo hoy en día utilizadas, ya que muchos de sus antiguos trazados siguen siendo actualmente carreteras y caminos transitados.