Medio centenar de músicos aragoneses y holandeses se han dado la mano para llevar el sol a las casas con la grabación de una versión de Here comes the sun, de The Beatles. Todo impulsado por el proyecto Jazz for kids (JFK) no ha cesado su actividad en esta cuarentena obligada por el covid-19. Durante el periodo de confinamiento ha realizado, en colaboración con los holandeses The Young Ones, los músicos han grabando desde sus casas su interpretación de un arreglo del famoso tema de la banda británica. El resultado ya se puede ver en internet.

Pero no es la primera vez que Jazz for Kids colabora con The Young Ones. La relación entre ambos proyectos surgió hace dos años gracias al apoyo de la Diputación Provincial de Huesca, que ayudó a financiar la realización de dos encuentros, uno en Hulst (Holanda) y otro en la capital oscense, donde los músicos de ambas formaciones compartieron aprendizaje y experiencias. «Hemos mantenido el contacto con nuestros amigos holandeses y la situación similar de confinamiento nos hizo pensar en este proyecto conjunto», explica Daniel Escolano, coordinador del Proyecto JFK.

Desde Jazz for kids están viviendo este periodo de confinamiento como «una oportunidad para desarrollar otros métodos on line de impartir clases», señala Escolano. De este modo, apunta, «estamos solucionando el problema de la dispersión de los alumnos por todo el territorio aragonés, que era una de los retos de nuestro modelo de enseñanza musical». Así, han aprovechado la cuarentena para reorganizarse y planificar varios proyectos que se desarrollarán en los próximos años con la Plataforma Jazz España, una organización nacional de la que Jazz for kids es miembro junto con otros festivales y programadores de renombre como el festival Jazzaldia de San Sebastián entre otros.

Además, Jazz for kids está ultimando la participación de su big band en la federación española de big bands, que está comenzando a andar estos meses gracias a la iniciativa de ClasiJazz en Almería.

Aunque la posición de la dirección de JFK es de prudente optimismo de cara al futuro, las consecuencias de la pandemia han trastocado grandes proyectos que tenían previstos hasta final de verano, como la participación de sus alumnos en los festivales de jazz de Monzón, Fonz y Alquézar; así como la suspensión de varios encuentros y cursos que se iban a realizar en abril y junio en Valencia y Alquézar respectivamente.

También se ha tenido que aplazar el estreno del musical El arte de la locura, una producción realizada con el Ayuntamiento de Barbastro y el Teatro Principal de Zaragoza, que se iba a presentar en mayo en la ciudad del Vero y en junio en la capital aragonesa, con la participación de una treintena de alumnos de todo Aragón y después de casi dos años de trabajo.

Otro de los grandes proyectos que pende de un hilo es una gira de conciertos en Nueva York prevista para la primera semana de septiembre. La situación actual dificulta la organización de los conciertos y actividades educativas en la ciudad norteamericana. Además, la paralización de toda actividad cultural, de ocio y educativa, así como la falta de expectativas para la vuelta a la normalidad en Estados Unidos complican todavía más la realización del viaje.

Por último, cabe recordar que el proyecto Jazz for kids ha sido reconocido este año con el Premio Especial a la Agitación Cultural en los XXI Premios de la Música Aragonesa, un galardón que no pudieron recoger porque la gala de entrega de premios, que se iba a celebrar en el Teatro Olimpia de Huesca.