El cantante Carlos Rivera ha sido el encargado de dar forma al «mosaico musical» de México y al mismo de dar rienda suelta a la pasión por el folclor de su país en la banda sonora de la película El Rey de todo el mundo, dirigida por el aragonés Carlos Saura.

«Quisimos irnos hacia algunos de los géneros que más emocionan dentro de la ranchera o el huapango, el danzón o el son, y fueron naciendo algunos de los títulos, incluyendo el tema principal que se llama Calavera», dijo el cantante durante su visita al set de la filmación que tiene lugar en Guadalajara (México).

El intérprete habló de su debut en la composición para cine de la mano de Saura, quien buscó hacer un homenaje a la cultura popular mexicana en un filme que conjuga géneros tan disímiles como el bolero, los huapangos, los corridos, la cumbia y hasta una fusión con el reguetón.

Sin perder las raíces y haciéndose eco de la ola de fusiones musicales que prevalece en la industria, Rivera y el productor Alfonso González Aguilar fueron dando forma a la variedad de ritmos de la música mexicana.

LA INFANCIA DEL ARAGONÉS

En esta tarea, Saura tuvo mucho que ver, pues quiso reflejar las canciones mexicanas que marcaron su infancia y que se han convertido en referencia de la cultura de este país.

La banda sonora tiene tres patas. Una, canciones originales como Fallaste corazón, una de cuyas frases le da nombre al filme, o Llorona, en la voz de Chavela Vargas. La segunda, crear nuevas versiones piezas conocidas, debido a que no fue posible conseguir los derechos de autor. Y la tercera, crear los temas originales que Saura pidió para ciertos momentos de la historia y que sirvieron para hacer fusiones de géneros como el son jarocho y el reguetón, explicó el intérprete de Sería más fácil.

«Hubo una parte en la que él (Saura) dijo que quería un reguetón, y para mí, como mexicano (pensé): ¿Dónde meto un reguetón si no es mexicano? Curiosamente, hay algunos acordes de los sones jarochos que podían prestarse a meterle esos ritmos que él necesitaba para el baile», reveló.

Rivera refirió que buscaba «aterrizar» las ideas de Carlos Saura y fue celoso de cada detalle para que la banda sonora «no dejara de ser algo muy mexicano» y no desvirtuara la esencia de la música de este país. «Hablamos mucho; qué se podía y qué no se podía, qué tal vez no nos iba a gustar mucho», expresó.